A veces las cosas pasan y si no las analizas no te das cuenta de las casualidades que ocurren. Tras más de dos años escribiendo, he llegado a las 300 entradas, un número redondo que da la casualidad que llega justo la semana que me he convertido en padre.
Sin querer planifique
Durante la semana pasada puede crear y programar los posts de esta semana, como era un fin de semana largo, ya que ni el viernes ni el lunes era laboral, pensé que no tendría tiempo y me adelante. Dio la casualidad que la madrugada del lunes, mi hijo tenía prisa por salir y se adelanto un mes. No ha habido ninguna complicación y todo ha ido bien, pero este mes que era el preparatorio para hacernos a la idea de todo lo que nos venía, nada, no nos ha dejado. No hemos podido planificar nada, todo lo que hacemos es nuevo y aunque parece que no estemos capacitados lo llevamos todo poco a poco.
300 entradas
La casualidad quiso que no escribiera el post del jueves, planifique bien, tan bien, que celebro mis 300 entradas, con uno de los cambios más importantes de mi vida, la paternidad. Me alegra ver como las cosas salen bien sin planificarlas, pero es bueno intentar anticiparte a posibles situaciones futuras, no obstante sino tienes las cosas claras, dejate llevar.
Escribo este post, después de llegar a casa, ponerlo todo en orden y ahora con un poco de tiempo (después de dar de comer al peque), escribo mis primeras letras que conforman mi primer post como padre. No se si cambiará mucho la manera de expresarme o los contenidos del blog, sin embargo es un cambio muy grande y en algo se ha de notar.
Ahora mismo no me apetece planificar, viviremos la cosas como vengan y si hay que pensar algo, será más adelante. Lo único que quiero es que todo vaya genial y que este blog siga vivo como hasta ahora.
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