Baño del mes

Vivo en una zona privilegiada, rodeado entre montañas, en un entorno natural muy saludable, pero además tengo la suerte de estar a 40 minutos de la playa. Así que desde hace unos años me planteé la idea de poder darme un baño mensual a lo largo de un año completo. Pero no fue hasta este 2019, donde he podido completar el reto de bañarme todos los meses, al menos una vez, en el mar. Lo bueno que tiene es que sirve de excusa para pasar un día diferente y disfrutar de las bondades que nos brinda el entorno playero.

Lugares de baño el año pasado

En el 2018 estuve a punto de completar el reto, pero hubo algún mes en el que falle. Por ello me propuse que en el 2019, cada mes tendría mi baño en el mar. Puedes pensar que hay meses donde no apetece bañarse, pero es posible que encuentres un buen día y con un poco de valentía entrarte en el mar, aunque sea un pequeño chapuzón. El año pasado visite las siguientes playas: en enero me bañe en Campello, en febrero en Benidorm, marzo fue el turno para Altea, en Abril repetí Campello, en mayo Javea, Junio fue para Sant Joan, en julio disfrute de diferentes playas de la Costa Brava y Peñiscola, en agosto Calp y Sant Joan recibieron mi visita, octubre fue el turno para Portuga, y en noviembre también me bañe en Portugal y en Campello, noviembre fue el turno de Torrevieja y diciembre para acabar el año volví a Calp.

Beneficios

Existen muchos beneficios a la hora de bañarse en el agua del mar, durante la época estival es normal que nos demos un chapuzón, pero yo quería mantener una constancia y que mi cuerpo disfrutará de los beneficios que ofrece el agua salada durante todo el año, de hecho si viviera cerca del mar, muy probablemente intentaría bañarme el máximo de días posibles. Algunas de las bondades que nos ofrece un baño en el mar es que favorece la eliminación de toxinas, fortalece los huesos, beneficia al corazón, desinfecta y mejora las heridas, activa la circulación y calma la ansiedad (fuente: fmdos). En mi caso, después del baño, intento dejarme la sal en el cuerpo hasta el día siguiente, ya que las sales minerales harán mejor su función y darán el máximo de beneficios posibles.

Experiencia

Puede parecer de valientes y es que no todos se atreven a entrar en el mar en algunos meses del año. Lo que más me molesta es si hace aire, pero si no, tenemos que pensar que el agua del mar, del Mediterráneo, suele rondar los 15º, así que muchas veces es la comparación con la temperatura exterior es la que nos hace tener diferentes sensaciones. A mi es algo que me gusta hacer y ese día lo aprovechamos para luego comer en el playa. Este año, en enero me bañe en la playa de Alicante y este fin de semana, sino pasa nada, tocará el baño de febrero. Una experiencia que recomiendo, por los beneficios para la salud y para que nos demos cuenta que muchas veces podemos dominar nuestra mente cambiando ciertos argumentos y así atrevernos a realizar pequeñas acciones como esta.

Pd: La foto es de marzo de 2019, en Altea, donde Marc me acompaño en el baño, eso si, con el neopreno.


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