La maestría es un camino costoso que requiere de tiempo. No se llega sin más a ser maestro y mucho menos sin apenas esfuerzo, se habla de unas 10000 horas de práctica o 7 años de constancia.
En el libro hablan de varias fases, primero descubrir cual es tu tarea en la vida, la segunda tiene que ver con el que se considera el aprendizaje ideal, continuamos con una fase de asimilación del poder del maestro, luego vendría la fase creativa-activa y para terminar te dicen que combines tu mundo intuitivo con el racional, y es aquí donde termina la proceso. Pero hay un aspecto a destacar y que también ha de ser tenido en cuenta y este es la inteligencia emocional. Si combinamos todos los elementos descritos y sabemos esperar el tiempo correspondiente, estaremos más cerca de convertirnos en maestros.
Así que este libro puede ser utilizado como una hoja de ruta para alcanzar la maestría. Aunque no será un camino fácil, pero aquí viene otro de los detalles que hemos de tener en cuenta y es de los que marcan la diferencia entre las personas que pueden llegar a ser maestras y las que no. El truco se basa en disfrutar del camino y no tanto del resultado, es decir, hemos de vivir el presente, estar satisfechos y apasionados en la tarea que estamos realizando y no preocuparnos por la meta, ya que está llegará si nos esforzamos como debemos.
Todos tenemos un maestro en nuestro interior, lo que pasa es que hacer que sobresalga requiere de mucho trabajo, esfuerzo, tiempo y constancia y no toda la gente esta por esta labor. Lo esencial es encontrar algo que te apasione y a partir de ahí seguir los pasos y directrices que te marca el libro. No se trata de cumplirlos a rajatabla, pero si que nos sirvan de guía para poder progresar en esta empresa.
La maestría no es más que adquirir el mayor grado de habilidad y destreza en un ámbito concreto, así que el camino de la maestría se basa en encontrar ese ámbito y trabajar en ello, estos son los pasos esenciales para convertirse en maestros.
¿Quieres recorrer el camino? ¿Te gustaría ser maestro?
Foto: chema kayser
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