Cuando decidimos entrar en el mundo de la comunicación, más ahora en esta sociedad donde las redes sociales hacen que todos seamos, sin querer, comunicadores, muchas veces se genera un pequeño dilema que no todos sabemos solucionar. La cuestión es saber el porqué comunicamos, cual es la razón que nos lleva a expresar lo que tenemos adentro, pero el dilema es a quien ofrecérselo, en quien pensamos cuando estamos escribiendo o publicando en cualquiera de las RRSS.
En mi caso, ya he expresado muchas veces que este blog es algo personal, donde escribo lo que me parece sin tener en cuenta a mis lectores, no busco un target concreto, no tengo definido un público objetivo, pero aún así, siempre me pregunto si hay alguien que me leerá y cual será un poco su perfil.
El hecho de comunicarse hace que se precisen de dos sujetos para que todo funcione correctamente, aunque tu mismo seas el emisor y receptor. Pero hemos de ser sinceros con nosotros mismos, y al final nos agrada que la gente nos siga, que podamos aportarle valor y es que si entramos en el tema de los números la cosa cambia, ya que el hecho de querer impactar a más personas hace que tengamos que modificar nuestra forma de expresarnos.
Y para mi este es el conflicto, donde por un lado podemos seguir siendo fieles a nosotros mismos y escribir como lo hemos hecho hasta la fecha, buscando otras alternativas para poder llegar a más gente. O la otra opción es centrarnos en nuestros lectores o usuarios y generar contenido que se adapte a ellos. Es decir, donde ponemos el foco en lo que surge de nosotros o en contentar al resto, aunque se aparte un poco de nuestra esencia. Es aquí donde hemos de saber encontrar el equilibrio para contentar a ambas partes.
La situación idílica sería generar un contenido que te apasione y que este agrade a cierto público sin tener que forzarte a ello. Habrá muchos bloggers, por decir un grupo, que le haya pasado esto, pero es que dependiendo de donde ponemos el foco, se nos generan diferentes tipos de dudas y cuando perseguimos a la gente, es cuando podemos perder nuestra esencia.
¿En quien piensas cuando comunicas? ¿Tienes un público claro?
Foto: Memo Vasquez
Deja una respuesta