Todos esperamos a esta época del año para hacer nuestras peticiones, pasamos una parte de los 365 días haciendo una lista sobre aquello que deseamos y cuando llegan estas fechas, echamos la carta para que nos traigan eso que queremos. Considero que hay dos problemas, el primero es que pedimos tan solo en fechas señaladas, mientras que podríamos hacer lo mismo durante todo el año. Y el segundo es que pedimos a los demás, es decir, esperamos que sean otros los que nos proporcionen aquello que nos gustaría tener. Por ello valoro la opción de que cada uno se convierta en su propio Rey Mago, por un lado para poder pedir lo que quiera cuando quiera y por otro lado, para que seamos nosotros mismos los que nos proporcionemos lo que queremos y no esperar que los demás nos lo entreguen.
Pero para convertirse en Rey Mago, primero hemos de hacer un trabajo interno donde la confianza en nosotros mismos reine por doquier. Hemos de adoptar una actitud donde nosotros seamos los únicos responsables de nuestros pensamientos y actos. Hemos de reconocer que somos capaces de cualquier cosa que nos planteemos y que sólo necesitamos de una persona para llevarlo a cabo y esa persona somos nosotros mismos.
No hace falta pedir a otros, ni esperar a una fecha concreta para obtener aquello que deseamos. Hemos de ser independientes en este aspecto y saber que no necesitamos a nadie más. Ser tu propio Rey Mago hará que cada día sea como el día de Reyes, primero has de saber lo que quieres y luego se trata de lanzarte a por ello sin miedo. Con el paso del tiempo te harás mejor en esta faceta e iras adquiriendo más práctica para adquirir lo que deseas cuando quieras. Hay que señalar que hemos de ser conscientes de que es lo que pedimos, hemos de ser realistas, ya que a medida que vayamos adquiriendo lo que nos propongamos, ganaremos en confianza.
¿Te atreves a ser tu Rey Mago? ¿Qué es lo primero que vas a pedir?
Foto: Abel Martínez
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