Hay discursos que poco a poco van calando en cada uno de nosotros, la cuestión es que tengamos fe y terminemos por creer en eso que pensamos. Existen miles de temáticas que nos pueden agradar, lo que pasa es que cuando empezamos a profundizar en cualquiera de ellas, es porque nuestro interés incrementa, empezamos a creer en aquello que estamos leyendo, ya que a medida que lo experimentamos, nos damos cuenta de lo bien que nos hace sentir. Es entonces cuando parece ser que por arte de magia empiezan a aparecer en nuestro entorno todo tipo de estímulos y señales relacionadas con esta temática, como cuando te compras un coche y luego lo ves por todas partes o cuando vas a ser padre y empiezas a ver embarazados y carritos llenos de bebes.
Lo curioso es que podemos extrapolar esta situación a cualquiera de nuestro entorno, es entonces cuando la frase que da título al post parece que empieza a convertirse en realidad. Tenemos que saber que podemos crear aquello en lo que creemos, pero es que a la vez hemos de creer en aquello que creamos. Puede parecer un poco complicado de entender, pero si resuena y lo reflexionas bien te darás cuenta del poder que tiene aquello que estoy diciendo.
El verbo creer se basa en la fe, pero es un verbo donde nuestra mente pone toda la atención sobre algo concreto y es entonces cuando parece que todo empieza a moverse a su alrededor, es como si se creara una realidad a partir de lo que estamos creyendo. Mucha gente obvia esto y considera que es fruto del azar, de la casualidad y lo deja de lado sin darle más importancia. Pero si somos capaces de creer que aquello que creamos es gracias a lo que creemos, es entonces cuando el círculo se cierra y entonces la creación y la creencia van de la mano, cada una es causa y efecto, pero dependiendo del momento cada una hace el papel correspondiente.
Cuesta de creer, pero podemos crear nuestra realidad has ta ciertos límites, pero el simple hecho de no creer que somos capaces nos aleja de esta realidad, mientras que si empezamos a considerarlo como una posibilidad factible, entonces nos daremos cuenta de que esto es así. La cuestión es empezar a creer y luego tener una consciencia plena para poder reconocer si aquello que estamos creando tiene relación con lo que creemos. Sino sucede es posible que nos tengamos que reformular nuestras creencias y saber comprender el porqué sucede nuestra vida de esta forma.

Parece un trabalenguas, pero es que se ha de producir un cambio de perspectiva, hemos de ver las cosas desde otro punto de vista, a partir de aquí todo empezará a cambiar, mientras tanto todo seguirá igual. La confianza y la fe son esenciales en este camino, donde todo empieza y acaba en nuestra mente, pero hemos de ser lo suficientemente conscientes para saber que es aquello que queremos creer para que se cree, o saber lo que queremos crear, para formar la creencia correspondiente.
¿Creas aquello en lo que crees? ¿Crees que puedes crear tu realidad?
Foto: Isa García
Deja una respuesta