Durante estas últimas semanas hemos sido observadores de lo cambiante que es el clima en tan sólo un día. Hacía mucho que no recordaba lo bonita y cambiante que es la madre tierra en tan poco tiempo y como puedes despertar con un día totalmente despejado, para luego ver como cae una trompa de agua y que vuelva a brillar el sol. Aunque ha habido días para todos los gustos. Aunque lo que más ha llamado la atención son las lluvias que se han producido, a veces con más o menos intensidad dependiendo del día, pero que han sido bienvenidas ya que la falta de agua estaba presente y la naturaleza tan sabia como es, sabe sobreponerse por ella sola.
Siempre nos quejamos por todo, si llueve porque llueve, si hace calor porque hace calor, la cuestión es no aceptar que la climatologia tiene sus tiempos, sus ciclos y que poco le importa lo que piensen los seres humanos que habitan la tierra, ya que nunca llueve a gusto de todos, pero la cuestión es que se trata de un modo de purificar la tierra y el aire, lo que nos viene muy bien a todos.
El cielo azul es muy bonito, pero cuando el sol está presente, la calor en la mayoría de casos puede ser insoportable, por ello las nubes han de hacer acto de presencia, han de cumplir su papel como creadoras de sombra, pero también de grandes dibujos en el cielo, sin olvidar que muchas veces vienen cargadas de agua que han de depositar en el suelo para que el ciclo del agua siga su proceso.
Y esto nos ocurre a todos en un momento dado de nuestras vidas, podemos ser personas muy claras, donde tengamos un brillo durante una larga época, pero la ley del ritmo siempre hace su aparición y es entonces cuando ese brillo es tapado por alguna razón. La nubes necesitan descargar agua, al igual que los humanos necesitan descargar lágrimas, hay que tener presente que siempre habrá nubes y sombras, por lo que es primordial reconocer este hecho y aceptarlo para saber lidiar con ello de la mejor forma posible.
La primavera afecta a la naturaleza y los seres humanos formamos parte de ella, así que también tiene su incidencia sobre nosotros, la cuestión es reconocerla. Se acerca el solsticio de verano donde los días cambian su ritmo, ya que pasan de ser cada vez más largos a empezar a menguar. Y este cambio también nos suele afectar, ya que sin querer hemos ido sumando horas de sol y ahora será momento de ir descargando toda esta energía sobre un propósito que tengamos en mente. Además existen miles de fiestas y ritos que así se manifiestan en esta época del año.

Las nubes nos han traído un mensaje claro durante este último mes, donde estos cambios repentinos a lo largo del día nos han de servir para reconocer lo cambiante que es la vida y que hemos de permanecer atentos para saber adaptarnos y aceptar lo que venga. Además de no olvidar descargar todo aquello que nos sobra para regar y fortalecer aquello que deseamos.
¿Que necesitas descargar? ¿Que más puedes aprender de la nubes?
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