A lo largo del libro de «El hombre en busca de sentido» aparecen varias historias y ejemplos que quiero destacar en esta entrada, ya que te hacen reflexionar de forma diferente, y más aún cuando los lees dentro del contexto de una persona que esta viviendo en un campo de concentración, es entonces cuando te pones en su piel y puedes llegar a conclusiones diferentes a las que normalmente llegarías.
Cuento Muerte en Teherán
Un persa rico y poderoso paseaba un día por el jardín con uno de sus criados. Este estaba compungido porque acababa de ver a la muerte, que lo había amenazado. El criado suplica a su amo que le preste un caballo veloz para huir a Teherán, adonde podía llegar esa misma noche. El amo accede y el sirviente se aleja al galope. Al regresar a casa, el amo se encuentra con la muerte y le pregunta:—¿Por qué has asustado y amenazado tanto a mi criado?
—No lo he amenazado. Me ha sorprendido verlo aquí, cuando tengo que encontrarme esta noche con él en Teherán —respondió la muerte.
Me pareció una breve historia que resume muy bien lo que muchas veces nos sucede en la vida, y es que a veces no podemos escapar del destino y aunque pensemos que lo estamos burlando, ese es el camino que tenemos que llevar hasta él. Por lo que vale la pena no preocuparse y vivir el presente, además de aceptar lo que venga.
—Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un sueño extraño. Una voz me dijo que podía pedir un único deseo, que bastaba con decir lo que quería saber y enseguida sería satisfecho. ¿Sabe qué pregunté? Quería saber cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Saber cuándo seríamos liberados y cuándo terminarían nuestros sufrimientos.
—¿Cuándo tuvo usted ese sueño? —pregunté.
—En febrero —contestó.
Nos hallábamos a principios de marzo de 1945.
—¿Y qué respondió la voz?
Casi furtivamente, me susurró: —El 30 de marzo.
La cuestión de esta historia real, es que esta persona falleció el 31 de marzo, después de que el 29 marzo de ese año, las noticias no fueran esperanzadoras, por lo que el 30 cayo no se produjo la liberación y este cayo enfermo, para morir al día siguiente. Pero hay que recordar que la voz de su sueño se hizo realidad, ya que el 30 empezó su liberación de todo lo que estaba viviendo, lo que pasa es que para ello tuvo que perder la vida. Hemos de ir con cuidado con aquello que deseamos, ya que si lo hacemos de forma intensa es posible que se haga realidad, así que pongamos mucho ojo, en lo que pedimos y como lo hacemos.
Lo ilustraré con un ejemplo: un doctor en medicina general me consultó sobre la fuerte depresión que padecía.
No podía sobreponerse a la pérdida de su mujer, con quien había compartido un matrimonio excepcionalmente feliz. Su mujer había muerto hacía dos años. ¿Cómo podía ayudarle? Me abstuve de decirle nada y le pregunté:
—¿Qué habría sucedido, doctor, si hubiera muerto usted y su mujer le hubiese sobrevivido?—Habría sido terrible para ella, ¡sufriría muchísimo! —contestó.
Entonces repliqué:
—No se da cuenta de que usted le ha ahorrado a ella este sufrimiento; para conseguirlo ha tenido que sobrevivirla y llorar su muerte.
No dijo nada, me tomó la mano, y luego abandonó en silencio la consulta. El sufrimiento, en cierto modo, deja de ser sufrimiento cuando encuentra un sentido, como ocurre en el sacrificio.
Pero quisiera dejar bien claro que el sufrimiento no es necesario para otorgar sentido a la vida.
Gracias a este ejemplo nos podemos dar cuenta de como podemos modificar la historia que nos contamos en nuestra cabeza y que de esta forma, nuestra actitud de enfrentarnos a la vida cambie. No hemos de cerrarnos en balde, siempre hay un camino para vivir de otra forma, la cuestión es explorarlo.
—¿Por qué decimos «buen Dios»?
—Hace unas semanas tenías sarampión y el buen Dios te curó —respondí.La niña no quedó satisfecha y replicó:
—Sí, papá, pero no olvides que primero me lo envió.
Para terminar, este pequeño dialogo nos hace ver como muchas veces dejamos nuestro destino en manos de otros, pero hemos de ser conscientes que igual que nos quita nos da, por lo que no sólo hemos de verlo por el lado que nos conviene, sino que hemos de observar en conjunto y de esta manera, es posible que este tipo de respuestas desaparezcan.
Un post largo, pero en el que considero que algunas de las historias te habrán llevado a reflexionar de forma más profunda sobre ellas, te harán hecho cuestionarte aspectos que no tenías en mente, si esto ha sucedido, ya me siento satisfecho. Gracias
Foto: Vilma de Salazar