El faro no solo te guía, te avisa de que hay cambios a la vista

La metáfora del faro está muy trillada, pero es que es muy simbólica, ya que siempre es bueno tener un punto de referencia, algo que nos guíe para seguir nuestro camino y que no haya imprevistos. Pero en esta reflexión voy a ir un poco más allá del faro, por qué además de guiar, es el encargado de delimitar dos zonas que son muy diferentes. Se trata una frontera en la que has de tener claro en el lado que transitas, ya que cuando más te acercas al faro, más en el linde estas.

Si somos ese barco que navega por el mar y se deja guiar por ese faro, habrá un momento en el que queramos atracar, y cuando más cerca este el faro, más cerca esta el cambio. Muchas veces tenemos en mente ese propósito que nos guía, ese objetivo que nos sirve de motivación para seguir adelante, pero la cuestión es que cuando lo alcanzamos, también se produce un cambio, ya que no transitamos el mismo suelo, hemos cambiado de escenario y hemos de ser conscientes de ello. Continuando con la historia del barco, una vez dejamos el mar, nos ponemos a transitar la tierra, donde se nos brinda otro tipo de oportunidades, es otro medio, estamos en tierra firme, así que de momento no hace falta embarcarnos en otra aventura otra vez persiguiendo otro faro.

Una vez alcanzada una meta, es positivo aterrizar toda esa travesía, evaluar lo sucedido, observar todo el progreso desde que empezamos con ese viaje. Así que antes embarcarte en otro proyecto, es bueno transitar ese nuevo escenario y ver todo lo que te ofrece ese cambio. El problema viene cuando somos de los que siempre estamos navegando, teniendo un faro como guía, pero nunca ponemos un pie en tierra, simplemente nos acercamos al faro, pero no nos adentramos en él, ni en el lugar donde esta situado. De la misma forma, todo aquel que nunca se atreve a navegar, que tan sólo quiere caminar por tierra firme y ve el faro a lo lejos, pero sabiendo que para el no tiene ningún significado.

El equilibrio es la solución como en la mayoría de los casos, ni toda la vida en tierra firme, ni siempre navegando, todo tiene sus tiempos y hay que saber compensarlo para no estancarnos y caer en el conformismo o la comodidad. Todo en exceso o por defecto no es bueno, y lo mejor que es ambas posturas que se presentan aquí, tienen sus aprendizajes que hemos de saber reconocer y aprovechar.

Pero volviendo al faro, el mensaje que quiero transmitir es que ha de servirnos de referencia a la hora de diferenciar dos escenarios muy distintos y poder escoger en cual queremos estar, dependiendo del momento de la vida en el que nos encontremos. El faro es el cambio, para unos puede ser el inicio, para otros el final, pero esta claro que marca la diferencia entre aquellos que navegan y los que se encuentran en tierra firme. Aunque lo importante es ser consciente de donde nos encontramos y así experimentar lo que cada escenario nos brinda.

¿Donde te encuentras ahora? ¿Sabes cual es tu faro? ¿Ya lo has alcanzado? ¿Sigues navegando?

Foto: floriusquimbert


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Comentarios

3 respuestas a «El faro no solo te guía, te avisa de que hay cambios a la vista»

  1. Avatar de Beatriz Llorente
    Beatriz Llorente

    Mi faro de momento no perder mi propia luz,

    1. Avatar de marcosedo
      marcosedo

      Muy buen faro, ahora la cuestión es que se mantenga la luz

  2. […] El faro no solo te guía, te avisa de que hay cambios a la vista […]

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