El impacto del padre

Cuando somos pequeños no somos conscientes del impacto que tienen los sucesos que experimentamos y como nos pueden marcar en nuestro futuro. Cada uno vive su vida y tendrá su propia historia, pero hay situaciones que se repiten, son compartidas por gran parte de la población y que si las vemos desde la distancia, son fáciles de comprender.

Todos tenemos un padre, lo conozcamos o no, y ya sea de una manera u otra nos ha marcado. Pero vamos a ver la historia que sucede cuando nacemos, vivimos durante 9 meses en el vientre de nuestra madre, hay un apego al 100% con ella, y en el momento del nacimiento nos cortan el cordón y nos separan de ella. Sólo conocíamos un estado de calma, tranquilidad y bienestar que se ve trastocado por salir al mundo exterior y empezar a tener miles de estímulos que nos empiezan a marcar.

La madre lo es todo para nosotros, pero poco a poco entra en la escena el papel del padre, una figura que nos quiere, pero que nos separa de nuestra madre. Y este acto, nos guste más o menos, queramos o no, marca un antes y un después. Al principio sólo estamos unidos con una persona que es la madre, pero de forma paulatina el padre va haciendo acto de presencia y lo primero que sentimos esa separación de la persona que nos ha estado cuidando desde el principio.

Y van pasando los años y el padre sigue haciendo de las suyas, ya que cuando buscamos amparo y cariño acudimos a esa figura que ha estado desde el inicio, la madre, pero la figura del padre empieza a marcar su dirección, empiezan los primeros «No» y todo ello nos remueve por dentro.

Es por ello que hay que ver la situación desde un punto de vista objetivo. La madre nos lo ha dado todo, durante nueve meses y continuamos pensando que así sea para siempre, a pesar de que estemos en el mundo exterior lo más sencillo es ir al encuentro del abrigo de nuestra madre. Por su parte, el padre, aparece de la nada, no sabemos ni quien es y por mucho que nos cuide, no es lo mismo que la madre, de la que tenemos certeza de su comportamiento, ya que tenemos la experiencia. Además de que el padre empieza a imponerse, es el que marca las bases del hogar y tenemos que adaptarnos a ello.

Esta claro que la sociedad ha cambiado mucho y que todo lo que cuento pueda quedar desfasado, pero nada más lejos de la realidad, el relato que he narrado, creo que da a entender lo que puede sentir un recién nacido y por lo tanto el impacto que genera en él. A partir de ahí ya se presentan miles de posibilidades infinitas, ya que con el paso del tiempo todo va cambiando y cada uno vive su realidad, pero lo experimentado en el principio de nuestra existencia deja su huella.

La función paterna es esencial y como ya cite en anterior post, esta función no tiene porque ser representada por un padre, pero con la entrada de hoy podemos entender un poco más el porqué pensamos como pensamos y es que los hechos del pasado marcan nuestro presente, aunque no seamos conscientes de muchos de ellos.

¿Qué opinas de lo que cuento? ¿Te parece coherente?


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