Con cada acción que realizamos dejamos nuestra huella, incluso con aquellas que no realizamos, todo lo que hacemos o dejamos de hacer dicta nuestro momento presente, por eso hemos de ser muy cautos y conscientes de lo que experimentamos en el ahora, ya que nuestro futuro se verá de alguna forma salpicado por ello.
Comportarse de la mejor manera posible, siempre siendo fieles a nuestros principios, nos garantiza una paz mental que con el paso del tiempo se ve recompensada. La cuestión viene con situaciones de la infancia donde no somos tan conscientes de todo lo que conlleva y tan sólo cuando regresamos a ella y la evaluamos, nos damos cuenta del peso que tiene. Existen miles de ejemplos donde el origen de algo se convierte en un problema en el futuro, por ejemplo, en el tema de las plantas, si el tallo empieza a torcerse cuando es joven y no lo corregimos, entonces cuando el tallo se haya convertido en tronco, poco podremos hacer. De la misma forma, el no plantar una semilla en un terreno adecuado hace que al principio parece que todo va genial, pero llega un momento en el que ya no hay crecimiento y todo debido a que no pusimos la semilla en el lugar conveniente.
Lo mismo nos ocurre en la vida, pensamos que estamos en el terreno correcto, pero la vida es cambio y llega un momento en el que hemos de volver la vista atrás para comprender el porqué hemos llegado hasta donde estamos. Hay veces en la que nos volvemos conscientes de repente de algo que había pasado desapercibido hasta nuestros días, es entonces cuando nos damos cuenta de la importancia de ese acto pasado que ahora vuelve a presentarse y que le damos un significado que hasta ahora no tenía transcendencia. El problema es que tener que retomar el camino desde el principio cuesta por varias razones, cada uno tendrá la suya propia, pero la que más destacaría es el miedo a que lo que pueda pasar, a los cambios que se pueden producir y más aún cuando estamos en una situación cómoda, donde si hay alguna preocupación es leve.

Los problemas del pasado que repercuten en el ahora deben ser sanados desde la raíz sino queremos que se mantengan por siempre. Esta es una decisión complicada, pero cada uno ha de ser consciente del camino que quiere tomar a partir de ese momento, si seguir adelante o dar algún paso hacía atrás para luego continuar el camino de otra forma. En ambos casos nunca sabremos cual es la mejor opción, aunque cada uno en su fuero interno es el único conocedor de lo que de verdad quiere, pero todo tiene un precio y no será un camino de color de rosa, así que la decisión es personal y deberá acarrear con las consecuencias de sus actos.
¿Qué acto pasado repercute en el ahora? ¿Piensas en lo que haces ahora teniendo en cuenta tu futuro?
Foto: Alicia Camacho Adarve
Deja una respuesta