El valor de «El abuelo Jakob»

Que bonitos recuerdos los libros del Barco de Vapor, por lo menos en mi casa contaba con una cantidad considerable de libros de esta editorial y de diferentes series, la blanca, la azul, la naranja (quien no recuerda el título de «Fray Perico y su borrico»)… dependiendo de la edad o capacidad lectora que tuvieras. La cuestión es que el devenir de los acontecimientos es muy caprichoso y si te mantienes con los ojos bien abiertos te darás cuenta de las sincronicidades que suceden cada día y que al final se traducen en mensajes que has de saber captar y que traen una información relevante para tu día a día.

Llevo un tiempo en el que estoy volviendo por unos temas u otros a mi infancia, al hecho de recordar lo que paso en está fase tan importante de nuestras vidas para reconocer muchos de los acontecimientos del momento presente o que se han ido sucediendo en la edad adulta. Cada vez que voy a casa de mis padres es como revivir una pequeña parte, ya que hay cantidad de objetos que me transportan a esa etapa. El otro día que comimos allí, escogí un libro para cada uno de mis hijos y se los di como acto simbólico (ya explicaré un otras entradas el porqué de todo esto), el tema es que había muchos libros de «El barco de vapor» (el de Fray Perico también estaba) pero me decante por uno de la serie blanca para Matías que se llamaba «Un buen día» y para Marc uno de la serie azul, «El abuelo Jakob», para Olivia escogí «Aladdín».

Me voy a centrar sólo en el libro que escogí para Marc, él que da título a este post. Los abuelos y la infancia tienen una relación muy estrecha, así que en cuanto vi la portada lo elegí, pero lo bueno es que después de comer y tranquilamente delante del fuego (como se puede ver en la foto) me puse a leer el libro, ya que tuve la intuición de que había un mensaje para mi y así fue.

El libro habla sobre la relación entre Christopher (el nieto) y Jakob (su abuelo), donde este último, a través de una serie de relatos, le da pequeñas lecciones de vida a su nieto sobre temas cotidianos de la vida. Lo que más resalta es la importancia que tiene el punto de vista y la actitud con la que afrontamos cualquier situación, lo que nos hará lidiar de la mejor manera con estos acontecimientos.

La experiencia y sabiduría del abuelo Jakob y la forma en la que le hace comprender a su nieto las diferentes situaciones, sensaciones y emociones que Christopher le cuenta, en mi caso, me transportaron a hacer una pequeña comparación con mi abuelo, ya que sólo conocí al de mi parte materna y así intentar reconocer esas pequeñas lecciones que me pudiera haber dado.

Destacar que el libro se divide en 4 historias con un mensaje para los más pequeños, pero que como adulto también esta muy bien volver a releer, ya que ese mensaje te llega de otra forma y dependiendo del momento que estes viviendo puede ser que te resuene más o menos. Este tipo de relatos cortos son muy interesantes y productivos, ya que con poco dicen mucho, lo mismo que pasa con los abuelos, donde parece que no dicen nada, ya que al ser niños tampoco podemos captar toda la profundidad de sus lecciones, pero que ahora visto con perspectiva te das cuenta de todo el valor que aportaban.

¿Qué libro ha llegado a tus manos por causalidad? ¿Has sacado algún mensaje o aprendizaje importante de él? ¿Tienes muchos libros de «El Barco de Vapor»? ¿Destacarías alguno?

Pd: Digo lo de las sincronicidades, porque al día siguiente de rescatar este libro del que hablo, cuando fui a tirar la basura encontré dos libros de «El Barco de Vapor» a lo que les tendré que echar un ojo por si tienen algún mensaje que transmitirme.


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