El tiempo pasa y esta es la forma de consumir nuestra vida. Como empleamos el tiempo es lo que determina nuestra satisfacción en la vida, además, el hecho de ser conscientes y permanecer atentos a cada situación experimentada para sacar el máximo beneficio posible. Nuestra mente divaga a través de muchos temas y la muerte suele ser un tema recurrente, del cual no hacemos mucho caso, pero cuando aparece no tenemos más opción que mirarla a lo ojos de frente.
Nos preocupamos por cuando será el momento en que dejemos de estar presentes, cuando lo importante es centrarse en la vida y uno de los propósitos que deberíamos tener en mente es el hecho de encontrar la paz, para así cuando nos llegué nuestra hora o la de nuestros seres queridos sepamos lidiar y comprender la situación de la mejor forma posible.
La vida hemos de aprovecharla y uno de los mejores regalos que nos podemos llevar durante esta transición es encontrar la paz, esta ha de ser una de nuestras acompañantes principales en nuestro día a día, sin importar la situación. La paz, la calma, la tranquilidad, como le queramos llamar, el hecho de no estar en conflicto, hace que estemos más liberados y por lo tanto, empleamos el tiempo de forma más consciente en aquello que de verdad nos interesa. Ya que si nos mantenemos en guerra, la energía, esfuerzo y tiempo lo desaprovechamos en acciones que no nos aportan nada, es verdad que podemos aprender de ellas, pero sobre todo para no volver a caer en ellas.
A nadie le gusta pensar en como sería nuestra propia muerte pero, considero que, estaremos de acuerdo que cuanto más tranquila sea la transición mejor para todos, tanto para nosotros, como para nuestros seres queridos. Por ello abogo por aprovechar la vida y encontrar la paz, ya que cuanto antes lo hagamos, más provecho sacaremos de ella y como pista decir que esta la encontramos dentro de nosotros, no hay que buscar fuera.
¿Has encontrado la paz? ¿Has pensado en tu muerte?
Foto: David
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