La llegada de un tercer hijo me ha hecho ser mucho más consciente en todos aquellos temas que tienen que ver con mi pequeño. El ser consciente te hace cuestionarlo todo, a veces puede parecer obsesivo y llegar a incomodar, pero aquí cada uno ha de establecer sus límites y reconocer en que ámbitos quiere profundizar y dar importancia frente a los que no.
La cuestión es que es inevitable la comparación con los anteriores experiencias paternales. Con el primero todo es novedad y estas más pendiente de el simple hecho de hacer las cosas de forma correcta, haces lo que sabes sin saber que sabes hacerlo, la mente se ocupa de lo necesario, de lo importante, todo es nuevo y este volumen de información hace que no te puedas centrar en el disfrute de lo que ocurre. Algo que me sucedió cuando tuve a mi hija, que era la segunda, aquí ya no tienes que aprender tanto, por ello tienes la capacidad de disfrutar de lo que haces, eres un poco más consciente. Pero es en la llegada de mi tercer hijo cuando estoy siendo consciente de verdad y esto es algo que te da el paso del tiempo y las experiencias que vas viviendo, ya que incrementa tu conocimiento y perfeccionas lo realizado hasta la fecha, ya no hay novedad, sigues disfrutándolo, pero es que ahora además lo evalúas todo con lupa para dar tu mejor versión en cualquier momento.
Y es que la experiencia es un grado y cuando ves a tu hijo mayor, eres capaz de recordar lo que hiciste en el pasado con él. Pero ahora tienes otra vez un bebe entre tus brazos, donde se te brinda una nueva oportunidad de hacer las cosas de otra manera, ya que igual no serán al 100%, siempre habrá algún detalle que puedas mejorar y si eres consciente, como me pasa a mi, pues reflexionas sobre todo, te preguntas el porqué de cada cosa y su posible repercusión, algo que puede llegar a agotar.

Padre consciente ha de ser una forma de disfrutar de la paternidad y saber el porqué hacemos lo que hacemos reconociendo las consecuencias de nuestros actos. Algunos juegan con ventaja al tener más hijos, pero esto no es necesario, ya que se trata de una actitud, el padre primerizo puede ser igual o más consciente que tiene más hijos, el tema es la implicación, la reflexión y no dejarse llevar por el piloto automático y por el condicionamiento inconsciente que tenemos instaurado. Hemos de actuar desde lo más profundo de nuestro ser y esto pasa por conocerse a uno mismo, confiar en que da lo mejor de si porqué se ha trabajado y sobre todo por que no actúa sin un porqué.
La cuestión es no obsesionarse, saber discriminar lo importante de lo que no, ser consciente de todo lo que implica la paternidad y poner a tus hijos por delante en la mayoría de ocasiones siempre que la situación tenga que ver con ellos, cuando antes empieces con esta labor, más podrás mejorar con el paso de los años.
¿Eres consciente de lo que implica la paternidad? ¿Reflexionas todo lo que hay implícito? ¿Te das cuenta de la importancia de empezar desde el minuto 1?
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