En la sociedad en la que vivimos, es primordial saber quien eres realmente para poder ofrecer tu mejor versión y así ser coherente con la vida que quieres vivir. Durante mucho tiempo me he dejado llevar por lo que piensan los demás, por querer ser aceptado por la gente que me rodea, sin mirar en mi interior para darme cuenta de lo que realmente siento. El hecho de querer cambiar esto ya es un acto de valentía, ya que me voy a encontrar con miles de obstáculos para que esto no suceda, la mente es muy cómoda e intenta mantenerme en lo conocido, así que cualquier cambio que quiera llevar a cabo es transitar terreno desconocido, es entonces cuando la mente se pone a trabajar.
Es aquí cuando más esfuerzo y energía has de poner en ti mismo y contraargumentar a la mente. En el proceso de marca personal me he dado cuenta de miles de pensamientos que tengo dentro y que muchas veces se ven eclipsados por el que dirán, o por otros pensamientos que relegan lo que siento realmente. Este proceso es interesante para tener un punto de partida y así apoyarte en él cuando se presenten situaciones que te hagan dudar, es entonces cuando has de acudir a todo el trabajo realizado para reconocer que ese es el camino y que no has de salirte de él.
Nosotros somos los conductores de nuestra vida, y como vemos en la imagen cada uno puede esbozar su propio vehículo, pero lo interesante y esencial es el conductor, el que lleva el volante. No obstante donde vamos montado dice mucho de nosotros, es aquí donde hemos de trabajar para saber como desplazarnos y elegir el mejor modelo para nosotros. Por lo general hemos de mantener el mismo vehículo durante mucho tiempo, pero con el paso del tiempo o en situaciones concretas es posible que tengamos que cambiar, y no pasa nada, de la misma forma que llegará un momento en el que tengamos que actualizarnos y cambiar de vehículo.
Me parece una buena metáfora la marca personal como vehículo para alcanzar nuestras metas, ya que no es lo mismo ir en un coche de carreras, en un tractor, en un avión o el medio de transporte que elijas, además de que luego puedes escoger un modelo de forma más específica, ya que no es lo mismo un Ferrari que un 600. Pero lo bueno es que esta decisión es personal y cada uno ha de ser consciente y responsable de su elección, para ello el autoconocimiento es esencial para que la decisión sea lo más acertada posible y perdure en el tiempo.
¿Qué vehículo escogerías? ¿Conoces tu marca personal? ¿Qué opinas de lo que te puede aportar?
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