La oportunidad fue el protagonista principal de las entradas de la semana de hace un año. En la primera doy a conocer la palabra, tanto el origen como la definición. Mientras que en la segunda reflexiono sobre el valor que le damos a las oportunidades, ya que estas son neutras y sólo nosotros las podemos etiquetar. Pincha en el tituló de cada párrafo si quieres volver a leer la reflexión al completo
Me llamo oportunidad
Es muy interesante conocer el significado de una palabra para poder usarla de forma correcta, pero todavía es más interesante conocer su etimología, y en el caso de oportunidad sorprende de donde viene, ya que tiene relación con los puertos. Cuando los marineros estaban navegando en alta mar y querían descansar, es decir, cambiar la acción de navegar por otra cualquiera, y para ello necesitaban de un puerto para poder atracar. Es así como nace la palabra oportunidad, ya que los marineros se encontraban delante de un puerto y no desaprovechaban la oportunidad de cambiar de aires. Además las oportunidades se presentan una vez en la vida, por lo que hay que estar muy atentos para poder sacar provecho de ellas y que no pasen desapercibidas.
Aprovecha la oportunidad
Siempre se habla de aprovechar o desaprovechar las oportunidades. En el primer caso nos decantamos por escoger la opción y como el resultado fue positivo, entonces nos alegramos de la decisión que tomamos. En el segundo caso es algo más complicado de decir y no siempre es cierta la afirmación, ya que es posible que la oportunidad sea muy tentadora, pero podemos dejarla pasar y eso no significa desaprovecharla, ya que gracias al no cogerla, es posible que aparezcan nuevas, es aquí donde nos damos cuenta de que no la hemos desaprovechado, ya que de todas formas, tampoco podemos saber a ciencia cierta lo que hubiera ocurrido.
Las oportunidades aparecen a lo largo de nuestra vida y cada una es única e irrepetible, así que lo único que tenemos que hacer es poder reconocerlas y a partir de ahí decidir si al escogemos o no. Una vez tomada la decisión, ya podremos ver las consecuencias de nuestra decisión, ya sea para bien o para mal, aunque al final, somos nosotros los que le damos la importancia que merece y el signo a cada oportunidad, la cuestión es saber que la tenemos enfrente y ser consciente de si la queremos aprovechar o no, independientemente de los resultados que obtengamos.
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