En la semana de hace un año, tan sólo hice una entrada, no recuerdo el porqué no realicé mis dos posts semanales correspondientes, no obstante seguiremos recordando lo que paso hace un año, además, esta entrada fue justo el mismo, día, así que puede ser más que interesante volver a leerla. A continuación os dejo con ella y si pinchas en el título puedes leer la reflexión al completo.
Aprendizaje en la incertidumbre. Lo cierto es que todo es incierto
Una de las frases que destaco dentro de esta entrada es la siguiente, lo cierto es que todo es incierto. No sé si hay alguien que la haya expresado antes, pero es una máxima que si logras interiorizarla en tu día a día, te hace vivir mucho más tranquilo y relajado. Pensamos que podemos controlarlo todo, o al menos nos preocupamos y trabajamos porque así sea, el problema es cuando llega lo inesperado, eso que no estaba en nuestros planes o que ira improbable que sucediera, es entonces cuando nos paralizamos y no sabemos que hacer, ya que todo lo que teníamos en mente se nos desmorona. Los estoicos ya lo decían y es algo que he aprendido de ellos, pero que a medida que lo experimentas te das más cuenta de la razón que tienen, nos hemos de centrar en todos aquellos aspectos que podamos controlar y para el resto hemos de estar preparados para cualquier situación. No hemos de esperar nada, pero a la vez hemos de esperarlo toda, ya que no sabemos lo que puede ocurrir. Vivir en la incertidumbre parece un escenario de riesgo, pero en verdad estamos inmersos en una vida incierta, lo que pasa es que no queremos reconocerlo, pero cuanto antes lo hagamos, más tranquilos viviremos, ya que habitaremos el hábitat en el que nos encontramos de forma consciente.
Tan sólo una entrada y gracias a leerla he podido saber que la causa de que sea así, fue que el blog no funcionaba bien y emplee el tiempo en solucionar este problema. Aunque he de decir que persiste el problema y sé como solucionarlo, pero casualmente me encuentro en un punto parecido al del año pasado donde sigo intentando encontrar una solución definitiva y ha llegado el momento. Ahora toca seguir viviendo en la incertidumbre, pero sin temer lo que pueda venir y adaptándose a lo que venga.
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