En el anterior post pudimos conocer el término longanimidad. Una palabra que no todo el mundo dispone en su diccionario interno, pero que si lo aplicamos a nuestra vida, es un pilar fundamental para saber bailar sobre situaciones inciertas y momentos complicados. A continuación dejo las 5 consecuencias que trae consigo el hecho de practicar la longanimidad:
- Calma. Te vuelves una persona más tranquila, ya que observas los sucesos desde una distancia prudencial, lo que hace que no reacciones a la mínima, sino que te centres en lo que esta sucediendo y lo aceptes.
- Comprensión. Te das cuenta de todas aquellas situaciones que escapan a tu control y en las que pocos puedes incidir, por lo que te vuelves más consciente de cuales son las acciones en las que has de poner todo tu esfuerzo y energía.
- Constancia. Este es un valor que ha de mantenerse en el tiempo y con el aprendes la importancia de ser constante y como los frutos llegan con el paso del tiempo, siempre y cuando mantengas los hábitos que te hacen progresar.
- Paciencia. Aprendes a valorar el tiempo y lo importante de vivir el momento presente. Sabes que eres el dueño de lo que pasa por tu mente, así que sabes esperar a que pasen los momentos malos, no te centras en ello y te dejas contaminar, sino que sabes hacer una pequeña pausa y centrarte en otros quehaceres mientras pasa la tormenta.
- Consciencia. El hecho de saber mantener el ánimo, a pesar del entorno que nos rodea, es un síntoma claro de que eres más consciente del control que tienes en ti mismo. Y al saber reconocer esta consciencia, hace que cada vez profundices más en este aspecto, dándote cuenta de todos los factores que influyen.
La longanimidad solo trae buenas consecuencias, así que hay que darle un voto de confianza y ponerla en práctica lo antes posible. Sé de antemano que no es tarea fácil, pero cuando antes nos pongamos manos a la obra, más fácil será ver los efectos que hemos comentado.
¿Te atreves a experimentar? ¿Qué es lo primero que haras?
Foto: matisdale2
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