Respiritualidad, volver a respirar espiritualidad

El mundo de la espiritualidad está dentro de nosotros, en nuestras vidas, pero nos cuesta reconocerlo. Nuestro ser se compone de 4 dimensiones, la fisica, la mental, la emocional y la espiritual. La cuestión es que la parte física es la que vemos y normalmente empleamos mucho de nuestro tiempo en esta dimensión, ya que es nuestro vehículo para transitar la vida, por lo que hay que cuidarlo. Sin embargo no podemos pasar por alto las otras tres, ya que también tienen la misma importancia. La parte mental es nuestro intelecto, lo que pensamos antes de pasar a la acción, mientras que la emocional es lo que sentimos y que también tiene que tener su propio lugar.

Tras esta breve introducción nos vamos a centrar en la parte espiritual y para empezar quiero destacar que lo primero que hacemos al venir a la vida y que no podemos parar de hacerlo durante toda nuestra existencia es el hecho de respirar, podemos pasar tiempo sin comer, sin dormir, sin beber, pero sin respirar no podremos aguantar más de unos minutos, dependiendo de la capacidad pulmonar. Respirar significa volver a espirar y coincide con la palabra espíritu, comparten la misma raíz, por lo que algo de interesante tiene que ofrecernos esta dimensión, de la que muchas veces dejamos de lado en nuestras vidas.

Lo espiritual es aquello que no podemos ver, de la misma forma que cuando respiramos, no observamos el aire que inhalamos, es algo intangible, pero que tiene sus efectos en nuestro interior. Con la parte espiritual sucede lo mismo, no se ve, pero tiene grandes efectos en nosotros, pero hemos de ser conscientes de como sacar el máximo provecho de ella. Para muchos parece un cuento chino, ya que si no ven, no lo creen y es verdad que a veces es cuestión de fe, ya que hemos de dejar de lado nuestros sentidos, por lo que hemos de alejarnos de nuestra parte física para entrar en otro estado, donde las sensaciones son más sutiles, como el hecho de respirar.

El caso es que la espiritualidad está esperando durante toda nuestra existencia para que le hagamos el caso que merece, pero mucha gente acude a ella cuando ya no obtiene respuestas en el plano físico, es decir, cuando perdemos la fe en lo que vemos, tocamos, olemos… y nos hacemos preguntas que no sabemos responder, sobre todo cuando queremos conocer el porqué, es ahí donde acudimos al mundo espiritual, ya que en la dimensión física no podemos profundizar más, mientras que en este ámbito los límites desaparecen.

El mundo del autoconocimiento se centra en abarcar estas cuatro dimensiones de las que he hablado, para ello hay ejercicios específicos para cada una de ellas. Pero de la misma forma que para seguir viviendo hemos de inspirar y expirar, es decir, respirar, volver a espirar una y otra vez, hemos de acudir a la respiritualidad, porqué queramos o no tenemos una parte espiritual dentro de nosotros, lo que pasa es que no la reconocemos, no queremos verla. Hemos de volver a la parte espiritual que nos ha acompañado desde que nacimos, siempre hemos tenido fe en algo que no podemos ver, en todo aquello que tiene que ver con el mundo más sutil y que no podemos apreciar con nuestros sentidos, pero que sentimos, la cuestión es que no sabemos explicarlo.

Así que es momento, si estas preparado, de profundizar en esta dimensión que aporta una perspectiva mucho más amplía de nosotros mismos y nos ayuda a seguir evolucionando. Más a tarde o más pronto vamos a acudir a ella, por lo que anticiparse parece una buena opción.

¿Trabajas la parte espiritual? ¿Que opinas de esta dimensión del ser? ¿Ves importante profundizar en el espíritu?

Foto: Gabriel Vanini


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