Esta semana pasada terminaba mi segundo proyecto de 365 días, en este caso el estoicismo fue el tema elegido, en esta entrada puedes ver el porqué de esta decisión. Ahora ya ha terminado y es momento de reflexionar y evaluar sobre lo que me ha podido aportar. He de decir que este tipo de proyectos, si los realizas con pasión te aportan más de lo que puedas imaginar, lo que pasa es que, para poder sacar todo el provecho y sentirlo, has de vivir la experiencia. Lo más importante es disfrutar de todo el camino, ya que he llegado a la meta y podríamos decir que he logrado mi objetivo, pero lo que realmente vale la pena son los 366 días que ha durado, el trabajo realizado en cada uno de ellos.
Hay muchos aspectos a destacar tras un proyecto de este envergadura, y cada uno es posible que tuviera los suyos propios, pero a continuación dejo los que más me han marcada:
La autodisciplina para saber que cada día has de publicar. La constancia y la regularidad para no fallar ninguno de los días, aunque creo que algún día se me paso. El aprendizaje e interiorización cuando te especializas en un tema durante un año, en este caso la filosofía estoica. La reflexión interna a la hora de ofrecer un contenido de calidad, que me sirve en primer lugar para mí mismo y en segundo lugar para compartirlo con todos aquellos que seguían el proyecto. La adaptación a las circunstancias, ya que has de planificar y encontrar las mejores formas de que el proyecto siga adelante y que cumplas con el propósito que te habías planteado, en mi caso, una publicación diaria.
Este proyecto, como muchos otros que llevo entre manos, los hago de forma egoísta, es decir, en un primer momento los realizo para mí, ya que me sirven para seguir progresando y creciendo personalmente, lo que pasa es que luego decido compartir estas reflexiones por si hay personas a las que le pueda servir y puedan sacar algo productivo de ello, de esta forma aprovecho el esfuerzo. Ahora toca descansar y pensar en nuevos proyectos, aunque ya tengo algo en mente, pero falta darle un par de vueltas, finiquitar lo que realmente quiero hacer y dar el pistoletazo de salida. Le he cogido el gustillo a este tipo de proyectos, ya que me mantienen ocupado y activo, además de que aprendo mucho de ellos, así que continuaré con ellos.
¿Cual ha sido tu proyecto más duradero? ¿Has hecho algo parecido, me cuentas tu experiencia?