Este sábado pasado tuve la oportunidad de participar en un trail solidari de 48 km. Una prueba exigente para la que has de estar preparado, independientemente que lo hagas en más o menos tiempo, además eso es lo que menos importa, la victoria es de cada persona que consiga acabar la prueba.
Gracias y animo
La primera palabra que me vino a la mente cuando termine el trail fue «GRACIAS». Gracias en primer lugar a la organización y todos los que han hecho posible que se haga esta segunda edición de una carrera exigente, aunque muy agradable debido al entorno por donde transcurre. Gracias a todas las personas que te encontrabas a lo largo del recorrido, los del avituallamiento, los fotógrafos, los voluntarios colocados en puntos estrategicos, los caminantes que te encontrabas y a los espectadores que podías encontrar en puntos donde no te imaginabas. Y todos ellos con una palabra en la boca que escuchabas desde el kilometro 1, «ANIMOS», sobretodo destacar un grupo de espectadores formado por niñas, de menos de 9 años y sus padres que se encontraban antes de llegar al «Pla de Galers», tras uno de los tramos más duros y que animaban a cada corredor que pasaba, personalmente me dieron alas y fuerzas para poder finalizar la prueba.
Gracias por supuesto a mi equipo, que a pesar de las adversidades y no haber podido entrenar juntos, completamos una muy buena carrera, apoyándonos unos con otros, donde cada uno formaba parte de un todo. Y por supuesto gracias a personas que no hace falta citar, que día a día están ahí y que han apoyado mi decisión de competir y entender que había que dedicarle tiempo (quitandoselo a ella) para poder correr el Trail Solidari en las mejores condiciones.
Trail Solidari, lo aprendido
Durante los 48 km, tienes tiempo para valorar un poco lo que estas haciendo y te das cuenta de pequeños detalles que resultan ser de mucha importancia.
Durante toda la carrera me sentí bien y todo ello gracias a los consejos que me dieron muchas personas las semanas previas al Trail, sobretodo lo relacionado al tema de la alimentación, ya que durante la días anteriores comí de manera diferente y creo que fue una de las causas por las que me mantuve entero a lo largo del recorrido.
Otro aspecto a destacar es el factor psicológico, muy unido al entrenamiento. A medida que realizaba diferentes tramos del trail (entrenando) visualizaba como podía ir la carrera y esto me sirvió mucho el día de la carrera, ya que a pesar de estar 6 horas corriendo, mi mente se mantuvo fuerte, excepto al final, que ya estaba deseando llegar y dejar a mis piernas descansar. Sin embargo todo fue mucho mejor de lo que me podía esperar.
No se si este tipo de experiencias volveré a repetirlas, ya que es un gran desgaste para el cuerpo, sin embargo este tipo de retos, cuando los completas, sin quererlo buscas superarte, aunque no es una cosa que me obsesione. De momento me tomare un descanso, seguiré entrenando y ya veremos si me decido a experimentar nuevos retos. Me dejo muchas sensaciones en el tintero que todavía estoy asimilando, ya tendré tiempo de comentarlas.
Para finalizar, decir que es una experiencia que aconsejo, eso si, siempre que seas consciente de lo que haces.