Para conocer la verdadera amistad hemos de mirar en nuestro interior, a pesar de que siempre que pensamos en un amigo lo hacemos en otra persona. Puede sonar un poco confuso, pero nuestro mejor amigo ha de residir dentro de cada uno. El afecto, la simpatía y la confianza han de verse reflejadas en cada acción que realizamos y hemos de empezar por todo lo que hacemos en soledad, nuestros hábitos, nuestras rutinas y todo aquello que hacemos a lo largo de una jornada y que sólo nosotros sabemos que ocurre.
Reconocimiento de la amistad
Hay que mirarse muy bien en el espejo cada mañana para reconocer a nuestro verdadero mejor amigo, ya que siempre tendemos a pensar en gente de nuestro alrededor, aunque lo mejor es empezar por cada uno de nosotros y a partir de ahí poder expresar lo que sentimos a los demás. La amistad requiere de amor, y que mejor que amarse a uno mismo para saber lo que se siente y de esta forma poder perfeccionar la técnica para luego poder compartirla con el resto de mortales. Hemos de darnos a nosotros mismos todo el amor que tenemos, hemos de confiar en ello, es así como de verdad reconocemos nuestra forma de amar. La cuestión es que hemos de saber evaluar nuestra amistad y que mejor que ser juez y parte, ya que hacerlo con otra persona, por muy buen amigo que sea, no es lo mismo. Cada uno sabe a ciencia cierta lo que siente, así que experimentar la amistad en soledad es un ejercicio que nos hará mejorar en este aspecto.
Todos consideramos que la amistad ha de ser recíproca entre dos personas, pero cada uno tiene su propia definición, así que es probable que a veces no sea correspondida, sin embargo, esto es algo que tampoco ha de preocuparnos. Cada uno tiene sus propios amigos, empezando por uno mismo, y no ha de importarnos tanto que alguien nos catalogue como tal o deje de hacerlo, esto ya es problema de cada persona, por lo que hemos de centrarnos en nosotros y dejar que los demás saquen sus propias conclusiones y sus propias listas.
¿Quien es tu mejor amigo? ¿Te reconoces com tal?
Foto: Rosa G.
Deja una respuesta