Hace una semana mi hijo cumplía 6 meses, lo que viene a ser medio año. Parece mentira que un hombrecito tan pequeño y al que a penas conoces, se convierta en tan poco tiempo en una de las personas más importantes de tu vida.
Change in your life
Un hijo te cambia la vida y es que saber que es el fruto de tus entrañas no tiene precio, a pesar de que el padre tiene el papel secundario en esta historia. Lo que pasa es que de repente hay una persona que depende al 100% de ti, por lo que tu responsabilidad se multiplica, has de estar por y para él. Y no sólo porque él lo necesite, sino porque tu tienes unas ganas locas de cuidarlo y de compartir la mayoría de momentos con él.
Es un sentimiento que has de vivirlo en tus carnes, cualquier explicación se queda escasa. Y es que, sinceramente, cuando pasas el tiempo con él no pasa realmente nada, pero sino estas con él piensas que estas dejando pasar una gran oportunidad, es complicado de entender hasta que te lo pasas por las manos. Únicamente ver lo que hace, a donde mira, como sonríe, como llora, como intenta expresarse, cualquier pequeño gesto que haga, hace que te quedes ensimismado. Es como una pequeña actuación de teatro y aunque haya partes que no sean muy interesantes, te quedas a ver toda la obra e intentas no perderte nada por si acaso.
Tener un hijo te cambia la vida, es verdad que dejas de lado muchas cosas, pero no te arrepientes de nada, ya que si pones los pros y contras en una balanza, la parte positiva gana con creces. Además ves el mundo desde otro punto de vista, siempre te viene a la mente otro pensamiento que hasta la fecha no habías tenido, ya no actuas de la misma manera y todo ello es fruto de tu hijo.