Los medios de comunicación son los encargados de difundir las noticias para que estas sean más o menos conocidas y muchas veces no estaremos de acuerdo en la importancia que se les da a unas respecto a otras. Pero no vamos a entrar en valoraciones subjetivas, ni tampoco pretendo dar mi opinión, intentaré ser lo más neutro posible, sin posicionarme en un ningún lado, manteniendo mi foco en el centro y así que cada uno reflexione sobre sus pensamientos y aquello que siente o le llega a la mente.
La victoria de la selección española femenina es un hito, y más aún cuando se conoce un poco la historia de como ha llegado hasta allí, ya que ha habido varias situaciones complicadas que en principio parecían no ayudar a la consecución de un título mundial. No sólo durante el campeonato, sino desde años anteriores, primero para armar una selección capacitada, su clasificación y por último la fase mundial.
El futbol femenino ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, pero cabe destacar que este es el noveno mundial, ya que el primero se celebro en 1991. El auge del futbol femenino es digno de admirar, ya que este era un ámbito dominado por los hombres y que la repercusión ahora sea parecida, me parece correcto. Donde los medios de comunicación han tenido mucho que ver, ya que se le ha dado voz y lupa para destacar entre todo el volumen de información que existe.
La cuestión es que este año la selección ganadora ha sido la española, así que hemos vivido de primera mano toda la repercusión que ha tenido para la sociedad. Las gestas deportivas, sobre todo cuando se consiguen para un país, tienen el poder de unir a las personas, ya sea el tenis, futbol, baloncesto, donde no importa el sexo, lo que importa es la victoria o el trabajo y esfuerzo empleado para llegar hasta allí.

Pero como todos sabemos y aquí llegamos al quid del asunto, es que la victoria se ha visto ensombrecida por la celebración y algunos gestos que han dado más que hablar que la propia gesta conseguida. No culpo a los medios y entiendo que cada uno se centra en lo que quiere, que muchas veces es lo que la gente pide, pero siempre nos quedaremos en saber si es primero el huevo o la gallina, ¿son los medios los que ofrecen y nosotros compramos u ofrecen eso por que es lo que demandamos? La pena es que la victoria parece ser secundaria y donde los otros frentes abiertos se han hecho con la victoria mediática.
Este es un tema que da mucho para profundizar y no tanto por lo acontecido, que también da de sí, sino por como gestionamos todo lo que sucede a nuestro alrededor y como ponemos el foco en ciertos detalles que muchas veces ocultan al resto. No se trata de dar más o menos importancia, ya que esto es muy personal, sino de poder ver el conjunto, y así valorar todo lo sucedido sin olvidar ningún aspecto. Sin embargo, como hemos visto en este ejemplo, la victoria, comparada con todo lo que ha venido después, parece ser que ha pasado desapercibida.
¿A que le damos importancia? ¿Qué pequeño detalle puede eclipsar un gran acontecimiento?
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