Dos entradas que hablan sobre los fallos, uno de nuestros peores miedos, pero de los cuales podemos aprender mucho si los vemos de la forma correcta.
Mide tus fallos
Hay que asimilar que las equivocaciones forman parte de nuestra vida, ya que son una de las dos posibilidades que existen. Lo mejor es ser consciente de lo que hacemos y sus consecuencias, a partir de aquí valoraremos cada acción por separado sin importar si el resultado es positivo o negativo. Evaluar tus fallos te servirá como ejercicio para no volver a caer en ellos, además de todo lo que puedas aprender gracias al seguimiento de ellos.
El éxito de los fallos
En este segundo post reflexionaba sobre algunos ejemplos de errores que al final acabaron siendo aciertos, de la misma forma hay veces que ocurre lo contrario, acciones que las consideras positivas al final cambian su signo. El problema es que el resultado de nuestros actos puede variar con el paso del tiempo, lo que empezó siendo positivo acaba en el lado contrario y viceversa.
La conclusión es clara, lo importante es ejecutar tantas ideas y proyectos como tengas en mente, ya tendrás tiempo de valorarlos. Mide tus fallos para conocer su éxito, esta podría ser una buena frase donde se concentran ambas entradas.