Acomodarse, avenirse a diversas circunstancias, condiciones; esta es la definición de la RAE. A veces hay que hacer como los camaleones y adaptarnos al medio ya que es un mecanismo que utilizaremos en muchos momento de nuestra vida.
Ante las diversas situaciones que nos encontramos en la vida tenemos diferentes formas de enfrentarnos a ellas, en los últimos posts hable de la anticipación y la actualización, en el primero intentamos prever el futuro, el segundo es una forma de adaptación, pero con la diferencia de que es un cambio que llega por que las cosas evolucionan.
Por último tenemos la adaptación, en nuestras relaciones sociales hay que saber que las personas somos cambiantes sino la vida sería muy aburrida, por lo que en muchos momentos hemos de adaptarnos, para que la situación vaya bien. En el buen sentido de la palabra, no hay que cambiar por el simple hecho de caer bien, ni tampoco ser infiel a tus creencias, hay que mantener la coherencia.
La adaptación ha de realizarse teniendo en cuenta un equilibrio, es decir, que los cambios no sean un suplicio, simplemente es ceder un poco, e igualarte a la situación en la que te encuentras. Lo difícil es encontrar este equilibrio, donde tu mismo no cambies demasiado a como tu eres. Se trata de una relación de respeto entre ambas partes.
No siempre la vida es como queremos y sabes cuantas veces has tenido que adaptarte a una situación concreta, al igual que han hecho los demás por ti. Así que este pequeño esfuerzo vale la pena para que las relaciones se mantengan. Adaptarse no es malo, es una forma de respetar a los demás sin perder tus señas de identidad.
¿Te has adaptado muchas veces? ¿te ha costado?
Deja una respuesta