Dentro de un mes se cumplirá un año desde que la entrada del virus se hizo presente en España. En mi caso lo vivi de primera mano, ya que nos encontrábamos en Italia por esas fechas y cerca de las poblaciones donde se conocieron los primeros casos, además el viaje ya comenzó sabiendo de la existencia del virus, lo que pasa es que no éramos tan conscientes como ahora. La cuestión es que el mes siguiente, todo el contenido se inundará de esta efemérides, contando el antes y el después, como vivimos el ahora y todo lo que ha cambiado desde entonces. Quiero anticiparme y ser el primero en reflexionar sobre todo lo que me ha aportado este 2020, marcado por una situación que nunca antes había vivido.
Lo que extraño
El coronavirus ha hecho que cambiemos nuestro estilo de vida y que existan miles de limitaciones con las que antes no contábamos. Considero que la más llamativa es el hecho de no poder relacionarnos de forma estrecha con nuestros semejantes, ahora toca reunirse en círculos pequeños, ya no puedes ver a tanta gente ni reunirte con ellos de forma de presencial, no puedes abrazar o besar, el contacto está muy limitado. Creo que esto es lo que más echo en falta, ese contacto humano que nos da una energía especial y nos une como especie, ya que es mediante las relaciones donde se crean esas conexiones especiales. Estas se pueden mantener mediante el móvil con las videollamadas, pero todos sabemos que no es lo mismo. Así que lo que más extraño es la libertad de movimiento y de reunión con las personas que quieres.
Lo que he aprendido
Pero de toda situación se ha de intentar sacar algo positivo y en mi caso se trata de aprender algo nuevo, de ver lo que me ofrece esa situación, aunque sea adversa, para poder extraer información que me haga seguir progresando. Durante el 2020 he aprendido:
- Lo que tengas que hacer, hazlo en ese momento que lo piensas, sino pueden llegar situaciones externas que te obliguen a no realizarla.
- Me he dado cuenta que todo puede suceder y que hay que estar atentos para saber aceptar y adaptarnos de la mejor forma posible a las diferentes situaciones que nos ofrece la vida.
- Hemos de aprovechar cada situación en un ámbito concreto, en este caso, el confinarnos ha hecho que valoremos más a los que tenemos cerca, que volvamos a disfrutar de ellos.
- La importancia de estar bien con uno mismo. No hemos de depender de los demás, ya que mucha gente no estaba acostumbrada a pasar tanto tiempo a solas o con un mínimo de personas. Lo bueno es que si estas bien contigo, esta situación no te afecta tanto, ya que dentro de ti tienes un mundo de posibilidades.
Estas serías las lecciones que más destacaría de este 2020, donde hemos tenido más tiempo para mirar hacia dentro, nos hemos podido conocer un poco mejor, ya que nos hemos enfrentado a una situación nueva que no conocíamos y donde hemos tenido que cambiar para poder adaptarnos. Un año que ha sido muy movidito y donde cada uno tendrá que sacar sus propias conclusiones, ya que pueden servirnos para toda la vida. Un año convulso que recordaremos y que ha de hacernos replantear la vida que llevamos para ver si estamos en el camino correcto.
Foto: Lloyd Austin
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