El hábito no hace al monje.
Creo que no hace falta explicar mucho esta frase, ya hay otras entradas donde hablo sobre esta temática que podemos englobar dentro de los prejuicios. Al final se trata de no juzgar a las personas por su aspecto exterior, ya que no siempre tiene que estar en concordancia con el interior.
La ropa que llevas
Muchas veces encasillamos a las personas conforme como van vestidas. Hemos llegado a crear prototipos de gente dependiendo del tipo de ropa que llevan y esto nos pasa a todos, si hablamos de un «pijo», de un «perroflauta», de un «punki», de un «rapero»… o cualquier tribu urbana, le asociamos una indumentaria, pero es que además le vinculamos ciertas formas de pensar, de actuar, tipo de música o maneras de vivir. Cada uno, a causa de nuestra experiencia y contaminados por las opiniones de terceros, hemos configurado nuestro propio catálogo y la ropa suele ser el primer indicador que observamos y partir del cual formamos nuestro pensamiento sobre cierta persona.
El hábito interior
La cita es bastante explicita, ya que se podría haber utilizado cualquier otra profesión, pero el hecho de hacer referencia a los monjes, hace que la cita gane todavía más peso. Esta gente se distingue por tener una vida más calmada, donde tienen tiempo para cultivarse y conocerse interiormente. El mero hecho de llevar una prenda de ropa o ciertas rutinas, no nos convierten en lo que queremos ser, es preciso dedicarnos a ello, esforzarnos y hacer un pequeño trabajo de introspección, para ser conscientes y saber lo que cuesta alcanzar nuestras metas.
En primer lugar hemos de ser capaces, por nosotros mismos, de «vestir» nuestro interior, acicalarse sólo por fuera no sirve. Tras esta tarea hemos de ser conscientes de no juzgar a la gente por su uniforme, hemos de ir un poco más allá, sobretodo esperar y conocer a la persona en cuestión sin ideas preconcebidas.
¿Te dejas llevar por los hábitos? ¿Prejuzgas mucho? ¿Como es tu hábito interior?
Foto: Angel
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