En las entradas de la semana de hace un año, el pasado fue el protagonista principal, ya que lo vivido hace acto de presencia en nuestro presente y por ello es importante tenerlo en cuenta. En la primera entrada reflexiono sobre la idea de solucionar situaciones del pasado para que no se vuelvan a repetir. Mientras que en la segunda destaco la importancia de los actos que realizamos en el ahora y que tendrán sus efectos en el futuro, de la misma manera que lo tuvieron actos inconscientes del pasado que surgen en nuestro presente. Pincha en cada uno de los títulos para volver a leer cada post al completo.
Soluciona tu pasado para que no esté presente
Somos lo que hemos vivido, a parte de muchas cosas más, pero las experiencias que hemos transitado nos definen mucho y por ello somos como somos. Así que si hay algo que no termina de gustarnos en el presente, hemos de volver al pasado para encontrar esa solución que produzca el cambio en el ahora. El pasado es el origen de lo que estamos viviendo, por lo que es muy recomendable volvernos conscientes de lo que hemos vivido, sin miedo a recordar lo que paso, ya que ahí se encuentra ese aspecto importante que nos hará comprender el porqué sucede lo que sucede. Cada uno ha de saber autogestionarse, así que cuando aparece la duda o hay algo que nos remueve por dentro, es interesante rebuscar en nuestro pasado para ver si nos da alguna pista sobre nuestro presente y muchas veces aquí se encuentra la solución, el problema es que no a todo el mundo le gusta volver la vista atrás para rememorar momentos complicados, sin saber que estos son los fundadores de nuestra situación actual.
El problema del pasado que repercute en el ahora
Toda acción tiene su reacción, si tenemos claro esto, es lógico que seamos muy cautelosos a la hora de hacer o no hacer algo. Sin embargo, en nuestro pasado, nuestra infancia, hay acciones de las que no fuimos conscientes, que no sabíamos anticipar sus consecuencias, pero que hacen acto de presencia en el ahora. No hemos de tener miedo en reconocer nuestros actos pasados y hacer una pequeña retrospectiva que nos haga ser más conscientes de todo lo vivido, ya que es posible que en su momento no le diéramos la importancia que merece, sobre todo porque no teníamos la información necesaria para comprender ese problema que no lo parecía, por ello el volver la vista atrás y reconocer el problema nos ayudará a comprender el ahora. El pasado nos define y si queremos sanar algo hemos de volver a él para encontrar su origen y solucionar en ese punto lo que se no se hizo de forma correcta, sólo así nuestro presente cambiará. Sabemos que volver puede costar, pero a veces vale la pena dar dos pasos atrás para seguir avanzando con mayor tranquilidad.

La vida es cambio, pero el pasado nos acompaña para siempre, lo que pasa es que el hecho de comprenderlo y entonces ser más conscientes de como comportarnos en el presente, nos hará tener un futuro mucho más controlado. Poco podemos hacer ante los actos que ya hemos hecho, sólo nos queda comprenderlos y aceptarlos, de esta forma aprenderemos mucho de ellos y sabremos como actuar a partir de ahora para no volver a caer en errores del pasado.
Deja una respuesta