Experiencia en las 7 leyes herméticas (parte 2)

Continuamos con las últimas 4 leyes para completar la lista. Si te perdiste la primera parte, aquí puedes leerla. Por dar un poco de información más ampliada, el Kybalión es un documento de 1908​ que resume las enseñanzas del hermetismo, también conocidos como los siete principios del hermetismo. Su autoría se atribuye a un grupo anónimo de personas autodenominados Los Tres Iniciados, aunque las bases del hermetismo se atribuyen a un alquimista místico y deidad de algunas logias ocultistas llamado Hermes Trismegisto, cuya existencia se estima en Egipto antes de la época de los faraones y, según la leyenda, fue guía de Abraham (Wikipedia). Y aunque todo parezca muy místico, intenta no juzgar y comprende cada una de las leyes, intenta buscarles en tu hueco en tu vida diaria y verás como si que aparecen. Sin más preámbulos vamos a  conocer las leyes que faltan.

Polaridad

Es pura física. Nuestro cuerpo humano, al igual que las pilas, tiene su lado de carga positiva y el otro de carga negativa. Siempre existe una pequeña dualidad y es que la mayoría de veces hay dos opciones, todo yin tiene su yang. Así que si existe una, existe la otra y esto es algo que hemos de tener en cuenta en cada situación. Y como se suele decir «polos opuestos se atraen y polos iguales se repelen», pues si nos fijamos en muchas situaciones cotidianas, nos daremos cuenta de la presencia de esta ley y como muchas veces pasa desapercibida, pero ahí está.

Ritmo

Todo es cíclico. Cuando corro por la noche y sobretodo el hecho de mirar al cielo me doy cuenta de que todo es un ciclo en continuo movimiento. Todo tiende a volver, aunque de diferente forma, todo va y viene. Esta es una ley que a veces cuesta de observar, pero la naturaleza es el ejemplo claro de como cada año se produce el mismo ciclo y  existen miles de fenómenos que con el paso del tiempo vuelven. Lo mismo sucede con la vida de cada uno, lo que sucede es que es algo más complicado de presenciar a simple vista.

Causa – Efecto

Todo acto tiene unas consecuencias. Cualquier acción que hagamos tiene su reacción, incluso a veces la no acción tiene unos resultados. Es por ello que hemos de ser muy conscientes de nuestras acciones para ser consecuentes con lo que pueda venir, de la misma forma podemos ver con perspectiva una situación para reconocer cuales han sido sus causas. Causa y efecto van unidos de por vida, así que hemos de poner especial atención en todo lo que surja de nosotros, ya sean actos o palabras.

Genero

Este último principio nos muestra que el genero existe en todas las cosas, lo femenino y lo masculino siempre están presentes. Genero no sólo se refiere a la distinción de sexos, sino que se basa en la idea de concebir, procrear, generar, crear, producir, y para ello es necesario ambos sexos. En el caso de la mente también aparecen para la generación de ideas y pensamientos, pero estos se reflejan en la parte subjetiva u objetiva, en la pasiva o activa de la mente y cada uno de estos aspectos tiene que ver con uno de los sexos. La cuestión es que siempre aparecen ambos géneros para la creación de algo, sino no se puede generar nada.

Parece todo muy simple y la verdad es que lo es, pero hemos de detenernos a mirarlo con atención para ser conscientes del cumplimiento de estas leyes. Una vez las interiorizas te das cuenta de como están presentes en nuestra vida diaria y que siempre han estado de ahí, pero es cuando te las muestran de forma clara y las conoces cuando puedes reconocerlas.


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