Cuantas veces nos ha pasado estar hablando de un tema y queremos decir algo, estamos a punto de soltarlo, tenemos la palabra en la punta de la lengua, sin embargo, hay algo en nuestro interior que nos frena. Es una fracción de segundo, un instante muy importante ya que a partir de aquí la relación de sucesos tomara un camino u otro. A partir de aquí se nos plantean varias preguntas.
¿Sabes cuando dar el paso y decir lo que piensas?
Esto va relacionado con el tema de la sinceridad, ya que si es algo que piensas no tendrás ningún reparo en decirlo. La cuestión pasa por ser consciente de ese momento, ya que hay personas muy impulsivas que se dejan llevar por las emociones y a lo mejor luego se arrepienten de lo dicho. Puedes ser sincero, pero a veces es mejor no serlo, intentar expresarte de otra manera o incluso saber esperar a otra situación más idónea para mostrar tu opinión. Todo ello lo tienes que reflexionar en una fracción de segundo.
¿Eres capaz de recapacitar sobre las posibles consecuencias?
Esta es otra de las preguntas importantes, ya que si eres hábil a la hora de anticiparte a las posibles efectos, sabrás si dar el paso o no. Es una habilidad que se adquiere con la experiencia, en muchas ocasiones fallarás, pero al final en un experto te convertirás. Es algo que recomiendo hacer, ya que muchas discusiones, peleas o malentendidos empiezan por una palabra que ha sido dicha en mal momento y que hubiera sido mejor no pronunciarla.
Reflexiona cuales han sido las últimas situaciones donde se ha producido un pequeño conflicto por tu culpa y mira si podrías haberlo evitado. Seguro que eres consciente de que es aquello que no deberías haber dicho, lo que pasa es que a toro pasado, todo es mucho más fácil de observar. Por ello, esto ha de servirnos de aprendizaje para que en futuras ocasiones sepamos ver el momento adecuado para hablar o no.
Foto: Ryan McGuire
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