Inteligencia emocional de David Goleman es un libro del año 1995, pero que no queda nada desfasado para los tiempos que corren, incluso vaticino que lo que ofrece este libro tardará todavía unos años en aplicarse de la forma correcta y en introducirse de forma regular en la sociedad y en la vida diaria de las personas. Internet a hecho que todos tengamos acceso a la información, antes una persona con mucha capacidad de memorización y muy hábil a la hora de saber aplicar su conocimiento dependiendo del momento, tenía mucho ganado y tenía una ventaja sobre el resto de la gente. Podríamos decir que son esas personas con un alto nivel de coeficiente intelectual, que hasta no hace mucho se distanciaban mucho de los demás, tenían unas capacidades que les diferenciaban de forma clara. Sin embargo, el smartphone, el tener al alcance de nuestra mano y con tan sólo un click toda la información que precisemos, ha hecho que esta diferencia se estreche y que no sea tan significativa.
Por eso destaco este libro que tiene casi 25 años de edad y que pone el énfasis en la inteligencia emocional, que se basa en saber como actuar dependiendo de la situación y de las personas con las que nos encontremos. Somos seres sociales y por lo tanto creo que este tipo de inteligencia es primordial para sobresalir del resto, además que si todo el mundo lo conociese y fuese más consciente de ello, posiblemente viviríamos en otro tipo de sociedad totalmente diferente.
Recomiendo la lectura del libro si el tema de las relaciones sociales te interesa y quieres o trabajas en algún puesto donde debes liderar o compartes muchas horas con compañeros de trabajo. Aunque sería una lectura para cualquier persona, ya que a grandes rasgos, la idea principal es que seamos conscientes de la importancia de las emociones en nuestra vida, empezando desde pequeños y profundizando en el tema a medida que pasan los años. La idea es que la persona tenga un autoconocimiento de lo que siente y porqué lo siente, diferenciar las emociones que experimenta y conocer sus causas, consecuencias, tanto mentales como fisiológicas, es decir, cuanta más información tenga mejor. Aunque este es un trabajo propio, hay que experimentar con uno mismo y a partir de ahí extrapolar esa información al resto, practicar la empatía e intentar ser dueños de nuestras emociones y que estas no nos superen.
Un libro que te hace ser consciente de muchas situaciones cotidianas y que posiblemente te abra los ojos a la hora de darle la importancia que merece el hecho de conocer lo que pasa en nuestro interior cuando nos enfrentamos a ciertos estímulos. Las emociones son una parte fundamental del ser humano y como tal hemos de ser inteligentes y conocer todo lo que podamos sobre ellas, este libro te ayudará a ello.
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