Viaje a Ítaca

Poema de Ítaca, cuyo autor es Constantino Cavafis, poeta griego de Alejandría. Leedlo con atención.

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Cada cosa que sucede en tu vida, llega en el momento adecuado, por lo que hay que estar atento y saber apreciar las señales que te brinda el día a día para saber extraer el mensaje de forma correcta. Esto me sucedió con este poema que no conocía, pero que llega en un momento donde soy más consciente de lo que significa. Este es un tema que ya he tratado gracias a una canción de Kase O, pero que ahora vuelve a resurgir, la importancia del camino, más que la del objetivo.
Que cada uno saque sus propias conclusiones, aunque considero que el mensaje está más que claro, la cuestión es si de verdad resuena contigo o no, a lo mejor no es el momento, pero tranquilo que llegará y entonces volverás a leer el poema y no parecerá el mismo, ya que sacarás conclusiones que antes permanecían ocultas, lo que sucede es que ese instante es en el que estarás preparado para beneficiarte de lo que te ofrece.
Foto: Alessandro Benocci

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