Este fin de semana pude volver a disfrutar de un retiro con gente que conoces a través del mundo online, pero que no teníamos el placer de habernos podido dar un abrazo. Gracias de la mano de Juanlu y Ali, nos pudimos reunir 28 seres humanos, más algunos vía online, que comparten inquietudes y que estaban dispuestos a aprovechar esta oportunidad que se les brindaba y así hacer conocido lo desconocido.
El hecho de pasar más de dos días con gente con la que compartes una forma de ver la vida, pero sobre todo un respeto por los demás, que se ve claramente reflejado en el acto de la escucha, ya que todos disponen de su tiempo para expresarse. Todo ello hace que se forme una energía especial durante esos días donde la magia es posible y es que hay que experimentarlo para poder creerlo, la cuestión es que no hay secreto, tan sólo se trata de fe, empezando por uno mismo.
Este tipo de quedadas donde te reúnes con gente con tus mismas inquietudes y donde la suma de cada uno aporta mucho más por el simple hecho de hacerlo de forma conjunta, que es lo que se conoce como sinergía, pero es que aquí se detona de forma exponencial. Todos tienen algo que ofrecer, pero lo importante es que cada uno sepa como llevarlo a su terreno y aprender de que es aquello que nos quiere decir esa situación en nuestro plano más personal, aquí es donde reside el verdadero trabajo.

Todos vivimos lo mismo, pero cada uno tuvo su propia experiencia y esta seguramente sea diferente para cada persona. Fueron dos días llenos de todo tipo de prácticas, charlas, descansos, rituales, donde el único requisito era estar receptivo, absorber el máximo de información posible, todo ello sin olvidar el disfrutar de la experiencia y poder aplicar todo lo aprendido durante el año gracias a las sesiones semanales.
Lo que más destaco es la energía que se crea, que se puede sentir y gracias a ella aparecen momentos mágicos, cada uno tendrá los suyos propios, pero el hecho de ser participes de todo lo que sucede y poder compartir la experiencia, aumenta el nivel de consciencia de lo que allí se esta viviendo. Son muchos los que pueden dar fe de lo allí sucedido, cada uno a su manera y este compartir hace que lo experimentado sea mucho más potente.
Gracias por la experiencia de todos los allí presentes, empezando por cada uno de nosotros por hacer posible el asistir y a partir de ahí la actitud mostrada, donde el grupo siempre estuvo por encima de lo individual. Todos fuimos uno y cada uno hizo posible el todo.
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