Para las entradas de la semana del año pasado la fe en uno mismo fue el tema protagonista. En la primera me apoyo en una cita de Unamuno para dar mi opinión sobre ella. Mientras que en la segunda vuelvo a acudir a una cita, esta vez de Marco Aurelio, para reafirmar mi mensaje sobre la fe.
La fe en uno mismo contra la creencia de los demás
La fe que tenemos en nosotros mismos es muy importante para seguir adelante con todo aquello que nos propongamos, pero como dice la cita de Unamuno, si quieres saber de lo que hablo pincha en el título para conocerla, no precisa de la creencia de los demás y en esto no estoy del todo de acuerdo, ya que como siempre digo y me reitero, en el punto del medio esta el camino más correcto. Hemos de saber tener fe en lo que hacemos, sobre todo al principio, ya que somos nosotros nuestro propio impulso, pero cuando progresamos y nos expresamos, el entorno reacciona y es entonces donde tenemos que saber escuchas la opinión de los demás y si hay fe por parte de la gente que nos rodea en lo que hacemos. Al final se trata de que ambas partes puedan convivir, no podemos encerrarnos en nuestra fe, pero tampoco confiar al 100% en los demás, encontrar el equilibrio es la solución para que todo fluya de la mejor forma entre nosotros y la gente que nos acompaña.
Que la fe en uno mismo sea positiva para los demás
Podemos tener mucha fe en nosotros mismos, pero debemos tener en cuenta también las consecuencias de nuestros actos y de aquello que pensamos. Marco Aurelio tiene una gran cita que rescato en la entrada del año anterior, te recomiendo conocerla clickando en el título. Aunque si nos tenemos que decantar por alguien, primero somos nosotros y luego el resto de la gente, pero si de antemano somos capaces de que nuestra fe este encaminada hacia un bien común, es mucho más sencillo que la respuesta de la gente en nuestros proyectos sea positiva. Aquí no se trata de contentar a los demás por que sí, pero si de tenerlos en cuenta para que aquello que tenemos en mente, a parte de beneficiarnos a nosotros, también tenga su incidencia en los demás. Como seres sociales hemos de pensar en los demás, pero en su justa medida, ya que cualquier extremo puede perjudicar más que beneficiar.
La fe es un aspecto que puede marcar la diferencia a la hora de llevar a cabo con éxito cualquier proyecto que tenemos en mente, pero reitero que primero es nuestra propia fe y luego la de los demás, cada una tiene su importancia, pero hay que saber en que momento decantarnos por cada una de ellas o a cual le damos más valor para así seguir progresando y no estancarnos.
Deja una respuesta