La fe en uno mismo contra la creencia de los demás

Hay muchas citas en las que no todos estamos de acuerdo, o por lo menos, tienen una serie de puntos que han de matizarse muy bien para que lo expresado se comprenda de mejor manera. A continuación dejo una frase que me ha hecho reflexionar sobre la veracidad de lo que dice.

«El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él»

Unamuno

Cuando la leí, pensé que tenía toda la razón y es que en un primer momento hemos de tener fe en nosotros mismos si queremos seguir avanzando, en este preciso instante no necesitamos de la aprobación de los demás y a penas importa lo que crean, ya que cada uno de nosotros se vale por si mismo para validarse.

Pero la cuestión viene en que al final, el entorno y la gente que nos rodea acaban haciendo acto de presencia y muchas veces no se trata de que tengamos más o menos fe, sino que la creencia de los demás sobre nosotros tiene una incidencia de la que no podemos escapar, ya sea en un sentido u otro.

Cuando nos lanzamos a un nuevo proyecto, esta cita es muy recurrente y viene como anillo al dedo, ya que hemos de centrarnos en nuestro interior para progresar y sacar adelante lo que deseamos. Sin embargo, una vez el proyecto está en marcha, esté llega a oídos de los demás y entonces es cuando empiezan las creencias y opiniones sobre lo que estamos haciendo. Y es que hemos de aceptar que el feedback de la gente que nos rodea es importante, ya que vivimos en sociedad y todo lo que lanzamos tiene su repercusión en nuestro entorno, por lo que es casi imposible vivir aislados.

Aunque como siempre digo, la solución pasa por mantenerse en el camino del medio, encontrar el equilibrio entre ambas posturas. Podemos tener mucha fe en nosotros mismos, pero los demás son un gran punto de apoyo para poder sacar información que nos ayude a realizar una mejor evaluación sobre aquello que estamos llevando a cabo. Podemos tener en cuenta a los demás, pero no hemos de quedarnos sólo con eso, de la misma manera que no podemos cerrarnos en balde y únicamente escucharnos a nosotros mismos. Cada uno encontrará su propio término medio, donde ha de primar nuestra propia fe, pero también hemos de saber escuchar y aceptar lo que crean los demás.

¿Tienes fe en ti? ¿Te importa lo que crean los demás?

Foto: Victoria Rivas