La libertad de volar en libertad

En las entradas de la semana de hace un año, la libertad y el volar fueron los protagonistas de las reflexiones que hice. En la primera hablo sobre mi experiencia tras hacer un viaje en avioneta. Mientras que en la segunda

La libertad de volar

En este post resumo lo que fue mi viaje en avioneta como regalo de mi familia. Tras haber realizado algunas actividades en el aire como puenting o paracaídas, era momento de algo más parado, donde la adrenalina no hizo acto de presencia. La calma fue la predominante en todo el viaje, donde la observación a vista de pájaro, disfrutando del paisaje fue muy enriquecedora. La novedad de poder ver el paisaje donde vives, pero desde el cielo, hace que te des cuenta de detalles que normalmente no tienes presente, como las distancias, los colores, la situación de los pueblos, caminos que tan sólo pueden ser vistos desde arriba y otros aspectos que se van descubriendo durante el trayecto. Una bonita experiencia que te hace reflexionar gracias a un punto de vista que no estas acostumbrado a tener.

Volar en libertad

Volar es un verbo que asocio con la libertad y es que el hecho de ver a los pájaros moverse por el cielo sin ningún obstáculo, hace que los vea libres, una sensación muy agradable que me gustaría poder experimentar más a menudo. Existen miles de frases en las que el acto de volar lo asociamos con una sensación de libertad, donde no hay ataduras ni nada que nos dificulte el ir por donde queramos. Hemos de dejar volar nuestra imaginación, movernos en libertad, fluir con el entorno, lo que nos aportará beneficios para nuestra existencia, pero no debemos tener miedo, tan sólo disfrutar de esa sensación

Me gusta volar y me encanta ver a los pájaros como se mueven por el cielo, la sensación de libertad es algo que me agrada experimentar siempre que puedo, sobre todo por el hecho de no estar atado a nada y moverte sin preocupaciones. La seguiremos poniendo en marcha siempre que tengamos ocasión.


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