Madres solo hay dos, la tuya y la de tus hijos

Las madres fueron las protagonistas de las entradas de la semana de hace un año, ya que se celebraba su día, aunque en verdad todo el año debería de celebrarse esta festividad. En la primera hablo sobre mi madre. Mientras que en la segunda me centro en la madre de mis hijos. Con el título tumbo la mítica frase de que madre no hay más que una, en mi caso es así, pero reconozco a la otra madre importante en mi vida, que es la que me ha hecho padre.

La madre que me pario

Hablar de mi madre siempre es complicado, ya que se podría profundizar en muchos aspectos diferentes, pero lo primero que me viene a la mente es el agradecimiento, un sentido y sincero GRACIAS. Ella es la que me dio la vida y si te da esto, es normal que luego se desviva por ofrecerte todo lo demás, todo lo que tiene y mucho más. Desde que me convertí en padre, la perspectiva de mis progenitores ha cambiado, ya que reconoces mucho mejor su forma de actuar y todo lo que has experimentado con ellos cambia de perspectiva. En el caso de mi madre sólo puedo decir que es una persona que se desvive por los demás, que está muy pendiente de todos, cuando se piensa en una madre, la mía es de las que podría ser un ejemplo claro. Un ser humano muy activo, que se cuida a ella, aunque debería hacerlo más y hace lo propio con su entorno. No puedo decir nada negativo de mi madre, ya que cada uno es como es y hay que aceptarlo, hay que aprender de la forma de ser, ya que ella ha sido la que me ha educado y tiene parte de culpa de como soy, así que si quieres saber algo más sobre ella pincha en el título.

La madre de mis hijos

En esta entrada hablo de la otra madre que se hace presente en mi vida y que al final es la responsable de que yo sea padre. Una madre también muy especial ya que con ella compartes descendencia. Convertirse en madre debe ser una experiencia brutal y es un sentimiento que yo no podré sentir, pero me alegra poder ser participe con Tania de esta experiencia de dar una nueva vida, en nuestro caso 3. Lo que hay que tener claro es que ambas madres, aunque ostenten el mismo título no debemos compararlas, cada una es como es y aunque en el papel de madre haya ciertas responsabilidades, cada una las ejerce a su manera, por lo que comparar a la madre de tus hijos con la tuya es una equivocación. Otra reflexión que hemos de hacer, teniendo en cuenta a la madre de nuestros hijos, es que ella cambia su rol cuando se convierte en madre, así que la relación de pareja ha de cambiar, ya que hay un nuevo elemento muy importante a tener en cuenta y que debe ser tratado para que luego no haya confusiones. En mi caso me agrada observar como es Tania como madre, ya que después de tantos años juntos, se observa la evolución que vamos teniendo y como estas experiencias vitales marcan un antes y un después, pero siempre es bonito ver la coherencia que hay para mantenerse fiel a uno mismo a pesar de las nuevas circunstancias que puedan aparecer, como es el caso de los hijos.

Las madres, las responsables de que estemos aquí, de que la vida siga su curso. Son las creadoras, un papel fundamental y muy importante que muchas veces no reconocemos como se debe. Pero recuerda que seguro que tienes una madre y en principio deberías de cuidar de ella, como ella hizo contigo, aunque siempre hay excepciones. Pero si tienes descendencia, tienes la oportunidad de ser o conocer a otra madre igual de importante como la primera, ya que ambas son las encargadas de mantener el legado.


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