En las entradas de la semana de hace un año la tortuga fue el hilo conductor de ambas. En la primera cuento una curiosa historia donde este animal tiene un papel protagonista. Mientras que en la segunda reflexiono y profundizo en la simbología de este reptil. Pincha en cada uno de los títulos para leer el post completo y quedarte con aquello que resuene contigo.
La curiosa muerte de Esquilo
No todo el mundo conoce el trágico, y a la vez curioso, suceso que produjo la muerte de este dramaturgo griego. La cuestión es que se puede reflexionar sobre ciertos temas a partir de esta historia, pero el más determinante es el destino. Esquilo conocía su destino, la forma en que iba a morir, por ello hizo todo lo posible para que no se cumpliera, sin embargo, la muerte acabo por llegar de otra manera. Es por ello que aquí podemos cuestionarnos la existencia del destino y dudar sobre como los acontecimientos de cada momento son los que producen diferentes consecuencias. Una historia que no te dejará indiferente y que a cada uno le hará plantearse una serie de preguntas que seguro que le ayudan en el campo del autoconocimiento.
Las señales de la tortuga van a su ritmo
En esta entrada resumo una serie de sincronicidades donde la tortuga es protagonista. La cuestión es que hay que mantenerse despiertos para poder observar todo lo que sucede a tu alrededor y ser consciente del mensaje que pueden encerrar para ti. El hecho de vivir en piloto automático hace que nos perdamos muchas de las señales que aparecen delante nuestra, aunque hay veces que son muy sutiles, por ello nuestro nivel de atención hace que seamos más o menos perceptivos. Este post explica, mediante una experiencia propia, la importancia de estar atento a lo que sucede en tu entorno, a todos aquellos detalles que se repiten y que no debes categorizar como una simple casualidad. Es aquí donde has de preguntarte el porqué de esta sincronicidad, pero sobre todo encontrar su significado, ver que quiere decir en tu vida y que aprendizajes puede sacar de ello. A veces pasamos por alto este tipo de situaciones, sin ser conscientes de que son oportunidades que nos hacen progresar.
Todo pasa por algo y una historia rocambolesca, donde aparece una tortuga, fue el detonante de darme cuenta de como este animal había hecho acto de presencia durante dos o 3 días seguidos. Todo lo que sucede es susceptible de ofrecernos un conocimiento nuevo y por lo tanto un aprendizaje escondido, por ello hemos de permanecer con los ojos bien abiertos y querer encontrar respuestas que nos hagan seguir evolucionando.