En las entradas de la semana de hace un año hable de dos temas que no tenían un denominador común. En el primero utilizaba el acrónimo de MDA, que mucha gente asocia con una droga, para darle valor a 3 palabras. Mientras que en el segundo reflexiono sobre la importancia de reconocer que cada día es igual de importante como cualquier otro. Pincha en el título de cada uno de ellos si quieres volver a leer la reflexión completa.
El MDA que necesitas
Aquí hay tres palabras que destaco a la hora de embarcarte en cualquier proyecto. Tres conceptos que hemos de tener muy presentes si queremos alcanzar el éxito. La verdad es que el orden no importa, la cuestión es que nos acompañen durante todo el camino, además, no solo sacaremos beneficio de ellas en el plano profesional, sino que en lo personal nos pueden aportar más de lo que imaginamos. Las palabras son Motivación, Disciplina y Acción, y estas hemos de encontrarlas en nuestro interior, no hemos de esperar del exterior nada, todo ha de nacer desde dentro, pasar a la acción, auto-motivarnos y tener un auto-disciplina. Con este equipo será complicado que no lleguemos a buen puerto, además entre ellas se retroalimentan, por lo que llevarlas a la práctica es lo que nos hará descubrir todo su potencial.
Empezar cada día
Nos cegamos en poner una fecha clave o señalada para dar comienzo a nuestro nuevo proyecto, a nuestra nueva idea, a lo que quieras. La cuestión es que esperar a un día concreto hace que nos demoremos y no pasemos a la acción en el momento presente que sería lo idóneo, es como una pequeña excusa, una forma de procastinar para no ponernos manos a la obra cuanto antes. No importa tanto el día que se empieza, sino el simple hecho de empezar, no importa si es 1 de enero, 1 de marzo, 7 de julio o 23 de octubre, iniciar es lo que marca la diferencia. Una vez nos pongamos en camino nos daremos cuenta del tiempo perdido por buscar una fecha señalada, ya que es el día a día el que marca la diferencia, independientemente del lugar que ocupe en el calendario. Cada día hemos de verlo como el primero, lo que hayamos vivido ya ha pasado y lo que venga ya vendrá, no hemos de preocuparnos por ello. La cuestión es poner el foco en el ahora, en la jornada de hoy y poner todo nuestro esfuerzo para sacar el máximo provecho posible, pero como digo, esto ha de ser, cada día.
Si cada día pones en práctica las tres palabras que comparto en el primer post, el éxito está garantizado, eso sí, habrás de esperar un tiempo para ver los resultados y ser consciente de los beneficios, pero no olvides que la constancia y el día a día son los que marcan la diferencia.
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