En las entradas de la semana de hace un año el tiempo fue el personaje principal de ambas. En la primera reflexiono sobre la importancia de saber que es aquello en lo que vamos a dedicar nuestro tiempo, es decir, hacerlo con un propósito. Mientras que en a segunda daba unos pequeños trucos para estirar el tiempo y que este parezca que pase más despacio, aunque la verdad es que lo disfrutas más.
El tiempo para…
Cada momento que pasa ya no vuelve, por ello hemos de ser muy conscientes en cual es la intención del uso de nuestro tiempo, es decir, que es aquello que queremos conseguir, para que estamos usando ese tiempo. Esto es algo que nos hace permanecer más atentos en el momento presente, ya que nos damos cuenta de si lo estamos aprovechando o no, de si somos dueños de él o simplemente unos meros pasajeros. Incluso para no hacer nada, hemos de ser conscientes que estamos empleando el tiempo en ello, en no hacer nada. Esto hace que le demos valor al tiempo y no aparezcan las lamentaciones cuando hayamos desaprovechado algo de nuestro tiempo que disponemos al día. Pincha en el título para leer la reflexión al completo y reconocer en saber que tu tiempo es para…
Estira el tiempo
El tiempo pasa igual para todos, pero cada uno sabe reconocer esos momentos en los que parece que pase lento, donde los segundo se hacen eternos y por otro lado esas situaciones donde el tiempo pasa de un plumazo sin habernos dado cuenta. Pero al final el tic-tac tiene el mismo ritmo, y lo que diferencia esta apariencia es la consciencia que ponemos sobre el momento presente, el provecho que sacamos de él, lo eficiente que somos. Si pincha en el título puedes volver a leer todos los trucos que ofrezco para estirar al tiempo, aunque al final, se trata de ser consciente y de poner atención en lo que hacemos, y así no vivir en piloto automático dejando que el tiempo pase sin más.
El tiempo es el bien más valioso que poseemos, ya que cuando pasa ya no vuelve, por ello hemos de aprovecharlo al máximo siempre que podamos y hemos de valorarlo como se merece. Además, es curioso, pero en mi caso, a medida que me desprendo del tiempo, es decir, que le hago menos caso, parece que se hace más largo, no me obsesiono con él, sino con la tarea que estoy realizando, con el momento presente y esto hace que disfrute cada segundo que pasa sin tener que pensar cada dos por tres cuando tiempo ha pasado.
