El verbo encontrar fue el protagonista en las entradas de la semana de hace un año. En la primera hablo sobre la diferencia entre perderse y no saber donde estamos. Mientras que en la segunda diferencio entre el destino y la incertidumbre de la vida. Pincha en cada uno de los títulos para leer la reflexión al completo.
El punto en el que te encuentras
Hay momentos en la vida en la que nos sentimos perdidos, es entonces cuando nos hemos de plantear el porqué nos viene a la mente este pensamiento. La cuestión se basa en reflexionar por reconocer el punto en el que nos encontramos y así poder elegir el rumbo que queremos llevar a partir de ahora. No podemos quedarnos con la idea de que estamos perdidos, ya que esto significa que no sabemos, mientras que si ponemos nuestra atención en ver donde nos encontramos, tenemos una idea de la situación del momento y a partir de ahí trazar una nueva trayectoria e ir un busca de lo que deseamos.
Ir a tu propio encuentro
Existen dos opiniones claramente diferenciadas para el futuro y lo que nos puede deparar el mañana. Por una parte tenemos a los que consideran al destino como fuerza principal, es decir, todos tenemos un camino marcado y no podemos escapar de él. Por otro lado tenemos a los que piensan que son dueños de su vida y por la tanto el futuro es incierto y depende de la decisiones que vayan tomando. No sé cual de las dos es más cierta, pero considero que ambas pueden ser contempladas durante nuestra existencia, ya que hay aspectos que escapan a nuestro control, que podrían estar dentro de la parte del destino, mientas que hay otros en los que podemos incidir y estos hacen que nuestro devenir sea de una forma u otra. Al final se trata de encontrar ese equilibrio donde seamos conscientes de que hay situaciones de las que no nos podemos librar y que aparecen sin más, mientras que hay otros escenarios en lo que dependiendo de nosotros el futuro será de una forma u otra.
Es complicado saber que nos puede deparar nuestro futuro, pero a cada momento, dependiendo de las decisiones que tomamos estamos marcando nuestro porvenir, aunque hemos de ser conscientes que la vida nos tiene preparados algunos obstáculos o situaciones de las que no podemos escapar y que tendremos que saber lidiar con ellas. El destino puede ser que exista, lo que está claro es que no se puede demostrar, la cuestión es que hemos de ser responsables de aquello que pasa por nuestras manos, el resto, sólo es cuestión de aceptarlo y vivirlo de la mejor forma posible.
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