Las dos caras de una misma moneda fueron los temas tratados en las entradas de la semana de hace un año. En la primera hablo sobre la inconsciencia, mientras que en la segunda reflexiono sobre la consciencia. Pincha en el título de la que más te interese para volver a leer el post al completo.
La inconsciencia de nuestra inconsciencia
El título llama la atención debido a la repetición de la palabra inconsciencia, pero es que si profundizamos un poco y le dedicamos un tiempo prudencial, nos daremos cuenta que esta frase tiene mucho contenido que debe de ser comprendido. Pensamos que controlamos nuestros pensamientos, pero nada más lejos de la realidad, a medida que más conscientes nos volvemos, más nos damos cuenta de lo inconscientes que somos. Un buen paso para seguir progresando, pasa por reconocer nuestro nivel de inconsciencia, sólo así estaremos capacitados para adentrarnos en la empresa de conocer el porqué nos sucede esto y a partir de aquí volvernos mucho más conscientes. Somos inconscientes de nuestra inconsciencia y esta es una realidad que hemos de aceptar, luego ya será momento de trabajar la consciencia.
¿Somos conscientes de nuestra consciencia?
Visto el plano de la inconsciencia y reconociendo que somos inconscientes, esto es gracias a que nos volvemos mucho más conscientes, pero entonces entramos en otro mundo y es en el de comprender todas las posibilidades que nos ofrece la consciencia, es decir, ser conscientes de todo lo que nos puede aportar. Parece un poco redundante, pero es que hay que reflexionar sobre el tema para poder profundizar en ello, lo que pasa es que esto requiere de tiempo, esfuerzo, energias… y no todo el mundo esta dispuesto a dedicar todo ello. Sin embargo, aquellos que de verdad están interesados se darán cuenta que es la puerta al autoconocimiento, donde nos adentramos en nuestros pensamientos para ser conscientes de lo que sucede por dentro y poder sacar el máximo beneficio posible.
La consciencia es un tema muy amplío del que se puede divagar mucho, estas son unas pinceladas para que nos demos cuenta de todo lo que dejamos de lado, de lo inconscientes que somos y que sólo mediante la propia consciencia podemos llegar a controlar mejor nuestra vida, y nada mejor que mantener los ojos bien abiertos y reconocer nuestras capacidades, tanto inconscientes como conscientes.