He estado cavilando sobre que título dar a este post, al final me he decidido por el que hay, pero por mi mente han pasado, «La constancia de la consciencia», «Consciencia constante» o «Constancia consciente». Aunque lo que de verdad importa es el equipo que forman estos dos conceptos que coinciden en las 4 primeras letras, la sinergia que crean cuando van de la mano y es que una complementa a la otra, y no importa tanto el orden de las palabras sino lo que juntas ofrecen. Ambos términos comparten el prefijo «con-» (unión, todo, junto), la diferencia de la «s» siguiente es que en constancia viene del verbo «stare«, mientras que en consciencia viene de «scientia«. Pero vamos a dejar a un lado la etimología para centrarnos en la importancia de ambas juntas.
Consciencia constante
La consciencia es algo que ha de trabajarse de forma constante, ya que de esta forma se convertirá en nuestro estado natural, lo que nos hará darnos cuenta de todo lo que sucede a nuestro alrededor y prestar más atención a todos esos detalles que puedan pasar desapercibidos. Es posible que a veces pasemos al piloto automático y nos dejemos llevar por el entorno, ya que es complicado mantenernos siempre al pie del cañón, pero tan pronto nos demos cuenta de ello, hemos de volver a ser conscientes de lo que hacemos. Es por ello que hemos de ser constantes en esta empresa.
Constancia consciente
Pero de la misma forma, hemos de ser conscientes de esta constancia, es decir, hemos de evaluar en que nos favorece el hecho de ser constantes y no solo en lo que respecta a la consciencia, sino en cualquier situación. La regularidad nos hace avanzar, nos hace descubrir límites que desconocíamos y todo esto no ayuda a seguir progresando. No hemos de empezar cada vez desde cero o volver al punto de partida, lo importante es mantenernos en el camino, ir paso a paso, de forma regular, ya que sin darnos cuenta y aunque seamos conscientes de lo que hacemos a cada momento, avanzamos y seguimos aprendiendo cosas nuevas.
Ser consciente requiere de esfuerzo, lo mismo que la constancia, por ello ambas palabras deben de ir de la mano, ya que se retroalimentan entre ellas, cuanto más conscientes seamos de la constancia más constantes seremos en mantener la consciencia, parece un trabalenguas, pero si lo lees detenidamente y logras interiorizarlo, descubrirás el poder que te ofrecen ambos términos, que juntos, crean una sinergia muy positiva.
¿Eres más constante o consciente? ¿Has probado esta combinación?
Foto: Loreto Cantero